Este viernes arribaron al puerto de Buenos Aires cinco barcos con 5500 pasajeros uruguayos que vienen a pasear y a realizar compras: “Venimos a darnos los gustos que no nos podemos dar en Uruguay”, expresó una turista.
Mientras el bolsillo de los argentinos está cada día más golpeado por la crisis económica, miles de extranjeros viajan a Buenos Aires favorecidos por la pérdida del poder adquisitivo del peso argentino y el valor récord del dólar que cerró a $469 para la venta en la Ciudad de Buenos Aires tras haberse acercado a los $500.
Si para los argentinos salir a comer afuera es un lujo, para los uruguayos es una oferta. Es que, en los hechos, la diferencia de precios es abismal: pagan la mitad de lo que pagarían por el mismo consumo al otro lado del Río de la Plata. Una cena para dos personas en Uruguay promedia entre 1200 y 1500 uruguayos, el equivalente a $12.000 argentinos.
“Acá gastamos la mitad”, dice casi al unísono el grupo de visitantes. “Estamos evaluando si nos conviene traer dólares o utilizar la tarjeta que traemos precargada. Un dólar nuestro cotiza $430″, explicó una mujer al bajar del barco.
La Argentina se acercó al 95% de inflación anual en 2022, la mayor en tres décadas y la segunda más alta de Latinoamérica. El salario mínimo es uno de los más bajos de la región mientras que Uruguay tiene el más alto de Sudamérica. Los que menos cobran en la vecina orilla ganan casi el triple que de este lado del Río de la Plata
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