El asesinato de Néstor Insaurralde, acontecido el 11 de septiembre de 2020 en el kilómetro 154 de la ruta 9, fue uno de los casos policiales más relevantes de los últimos tiempos pero a la vez el que desvela a las autoridades judiciales porque la oportunidad de dar con los autores del hecho está cada vez más lejos.
El chofer trasportaba almohadas y fue asesinado de un disparo en el cuello cuando fue sorprendido por tres delincuentes al detener su marcha sobre la banquina. La fiscal María del Valle Viviani agotó todas las instancias que tanto la Policía como su equipo de trabajo le fueron acercando pero fue “pifie tras pifie”, y hoy la causa está estancada lejos de llegar a su esclarecimiento.
El único dato que podría generar algo de expectativa a la instrucción es el ADN, pero por falta de insumos en la Asesoría Pericial de Junín aún no se pudo hacer. Ese detalle no es menor porque son los rastros de sangre que uno de los participantes en el hecho dejó y resta saber quién fue.
La doctora Viviani habló en Radio Cuarentena y reconoció que ha podido avanzar muy poco para dar con los autores del hecho.
Y agregó: “Para hacer el peritaje de ADN, no cuentan con insumos. Lo que sí en formas reiteradas, hemos estado llamando, haciendo todas las gestiones correspondientes para ver si tenemos algún cotejo con el ADN con las personas indicadas”.
Además, Viviani contó que la familia de la víctima sigue “en contacto con el dueño de la empresa” y que le entregó el “celular” de Néstor Insaurralde porque ya lo revisó pero “no se encontró nada” relacionado a “las personas” que fueron aprehendidas “en los domicilios allanados”.
Respecto de las tareas investigativas que se llevaron adelante, explicó: “Lo lamentable de esto, es que hoy el tema de la cámara de seguridad, si bien fue un gran aporte para el primer momento de la investigación, no logran identificar concretamente. He hecho el procedimiento, hemos buscado armas en un zanjón que habían indicado, trajimos los bomberos de San Nicolás, me pasaron otro dato con respecto a un pozo ciego en la casa de uno de los indicados que había un menor de edad, que estaba el arma, vaciamos este pozo ciego, pero no encontramos nada”.
“Todos los datos que fueron aportándome los he agotado en este medio. He hecho procedimientos, pero bueno, hasta ahora no logro determinar quiénes fueron los autores del disparo”, admitió la titular de la UFI N° 7.
El caso tuvo dos detenidos que fueron dos jóvenes de Río Tala pero a los pocos días quedaron en libertad por falta de pruebas. A su vez, existieron otros testimonios que señalaron a otros responsables del hecho pero nunca se pudo comprobar la participación, es decir que el único dato que podría aportarle algo de claridad al caso es la pericia de ADN pero por ahora deberán seguir esperando.
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