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Cárcel de Batán: internas trans denuncian falta de agua, comida y elementos de higiene

Desde hace ocho meses, las internas del pabellón A de la cárcel del partido de General Pueyrredón, sobreviven a la pandemia sin sanitizantes ni alimentos.

Desde hace aproximadamente ocho meses, las internas del pabellón A de mujeres trans de la cárcel Batán, ubicada en el partido de General Pueyrredón, sobrellevan la pandemia sin agua, visitas, ni sanitizantes para poder higienizarse y garantizar la limpieza del espacio.

El estado de abandono es tal que, a mediados de octubre, una interna de 48 años contrajo coronavirus y falleció dos semanas más tarde en el Hospital Interzonal General de Agudos, en donde pasó las últimas dos semanas de vida.

A casi tres meses del deceso de Brisa, sus compañeras advierten que la situación se mantiene igual o, incluso, peor. Según Canela Bella, referente del Frente de Liberadxs de Mar del Plata, la falta de suministro de agua se debe a que se rompió un generador y ahora sólo algunos bidones por día.

Sin embargo, la cantidad es insuficiente, sobre todo teniendo en cuenta la necesidad de mantener la higiene para evitar contagios de coronavirus. Además, las autoridades penitenciarias se rehúsan a impedir la utilización de alcohol en la cárcel porque creen que podría ser ingerido.

“El año pasado hicimos muchas presentaciones, entre ellas, un hábeas corpus con la Comisión Provincial por la Memoria, para que se pueda ingresar alcohol en gel. Lo logramos en la Unidad Penal 50, pero en la 44 no tuvimos la misma suerte”, explicó Bella.

El temor de las internas por la aparición de un brote de la enfermedad dentro del pabellón se profundizó el viernes pasado, luego de que una de ellas fuera aislada en una “matera” por presentar síntomas respiratorios. Si bien se le hizo el hisopado, el resultado aún es una incógnita.

“Todavía no sabemos qué tiene y nadie nos dice cómo actuar. Por el momento, tratamos de aislarnos pero es muy difícil porque no tenemos las condiciones para poder hacerlo”, contó este miércoles a este medio una de las 17 detenidas que se encuentran alojadas en el lugar.

Sin visitas desde hace meses, las internas del pabellón de mujeres trans aseguran que tampoco reciben alimentos y que viven “entre la basura, rodeadas de moscas”. “Estamos muy cansadas de que nos maltraten y nos amenacen con mandarnos al ‘buzón’ si reclamamos por nuestros derechos”, señaló.

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