En la mañana del 1º de febrero de 1820 las altas temperaturas aún no apretaban a pesar que el sol ya hacía 3 horas trepaba sobre el firmamento. José Rondeau representando a Buenos Aires y defendiendo a las Provincias Unidas del Río de la Plata, se había apostado con su infantería de 900 hombres en el borde sur del bañado de la Cañada de Cepeda.
Confiado, esperaba la llegada de los enemigos junto al batallón de Aguerridos y un puñado de negros; había dispuesto a sus lados a la caballería, blandengues y voluntarios traídos por el general Martín Rodríguez y el coronel Gregorio Perdriel. Sabía que sus espaldas estaban protegidas por la formación de carretas y si los Federales atacaban de frente serían invencibles.
Francisco Ramírez cargaba sobre sus espaldas la representación de la Liga de los Pueblos Libres, liderados por Artigas, junto a entrerrianos, santafecinos, correntinos e integrantes de las Misiones Guaraníes quienes buscaban quebrar de alguna forma el dominio porteño que se venía imponiendo desde hacía tiempo pero que con la constitución de 1919 sentaba bases unitarias para el resto del territorio.
Él al mando de una caballería feroz compuesta por 600 abispones guaicruúes del Chaco y un escuadrón de correntinos, sabía que contaba con el apoyo del capitán irlandés Pedro Campbell y sus guaraníes de las Misiones.
Unos 1500 hombres por bando esperaban con ansiedad el momento culmine, gargantas secas, miradas fijas en el horizonte, espera y avance. El sol se posaba sobre esas almas, pero no significaba nada para quienes ponían su vida en juego por una causa que con el tiempo sería trascendental.
Rondeau subestimó a la caballería; a las 8:30 hs.,los altos mandos federales cruzaron al galope la Cañada de Cepeda, rápidamente rodearon a las fuerzas unitarias y desde sus espaldas, los de Ramírez sumados a Estanislao López, y José Miguel Carrera atacaron a la caballería rival mientras la infantería trataba de dar vuelta los cañones y quedar en definitiva apuntado sobre sus propios carros. No fueron más que 10 minutos de pólvora, hierro y sangre. La caballería arrasó a Rondeau, los infantes resistieron durante 3 horas cuando ya todo estaba definido, el ejército unitario había huido hacia San Nicolás, se había embarcado de regreso a Buenos Aires con el general Juan Ramón Balcarce.
Ese final no fue más que el principio de una serie de acontecimientos que marcaron para siempre la organización nacional. Todo eso aquí nomás, a 5 kilómetros de Mariano Benítez, el pintoresco pueblo que hoy invita a conocer la historia, a tratar de comprenderla desde la orilla del arroyo que marcó para siempre la constitución de nuestro país, en sólo 10 minutos del tiempo.
La historia de esta historia
La Batalla de Cepeda fue un hito central para la Organización Nacional. No siempre recordada, no siempre destacada, ésta batalla marcó el principio de una búsqueda que tuvo su corolario en Pavón.
En el afán de comprender el significado de ese momento histórico el historiador Luis Libera Gil dialogó con PRIMERA PLANA y dejó en claro que una guerra no se da de un día para el otro, y que una sucesión de circunstancias es la que lleva al primer estampido en el campo de batalla.
“La Provincia de Buenos Aires se había arrogado ciertos ‘derechos’ que le había dado el Cabildo de Buenos Aires. Haber logrado la libertad en 1810 en Buenos Aires hizo que un grupo de poder se apropiara de los destinos del país”, aseveró Libera Gil en su afán de encontrar un punto iniciático para explicar el conflicto.
Artigas tenía una importante influencia en aquellos momentos, en especial sobre Ramírez en el Litoral y sobre el santafecino Estanislao López, más allá de que cada uno tenía su poder. Libera Gil nos recuerda que un pensamiento atribuido al prócer de la Banda Oriental indicaba “naides es más que naides” pensamiento luego tomado por “Chacho” Peñaloza y varios más. “Eso se contraponía con la idea surgida en el Cabildo Porteño que invitaba a participar a la parte más sana y principal de la población. Era una cuestión básica de cómo se representa al pueblo, una decisión de cómo se ejerce el poder, si se lo hace entre todos o si por el contrario queda centrado en unas minorías”, reflexionó el historiador, dejando claro que había en juego una cuestión de principios republicanos.
Hubo, según explicó Libera Gil, un punto específico que pudo haber sido desencadenante para la gestación de la batalla. Ese punto de hartazgo pudo haber sido la Constitución de 1919 la cual tenía un espíritu bien centralista, bien porteño. En ese momento tanto López como Ramírez deciden enfrentarse al Directorio y así surge la batalla “pero no fue una cuestión automática, siempre hay una serie de factores que se van desencadenando y que en definitiva se basan en el manejo del poder, pero creo que esa constitución es uno de los factores más inmediatos que provocan la reacción de las provincias interiores”.
Dos batallas se celebraron en el mismo sitio, dos choques violentos que intentaron poner fin a desacuerdos básicos, el por qué de la zona reiterada tiene explicación y es claro en ella Libera Gil cuando dice que “Las 2 batallas se dan en el mismo lugar porque la ubicación es el límite norte de la Provincia, muy cerca del Arroyo del Medio, división con Santa Fe. Eso hace que estemos en el punto de mira. No nos olvidemos que las fuerzas Directoriales llegaban hasta la zona norte esperando ver los movimientos de las otras provincias y cuando se atrevían a pasarla provocaron situaciones enojosas para los santafecinos. Las autoridades ya electas de Santa Fe, veían que la invasión por parte de quienes consideraba hermanos, eso hizo que esta línea de Arroyo del Medio sea una zona de conflicto durante muchos años, todo sucede en ésta zona las dos Cepedas, Pavón, el Pacto de Benegas, los encuentros previos en la Estancia Insaurralde, todo se da en esta zona divisoria de las dos provincias”.
La mecha encendida
Mariano Benítez cuenta hoy con un Museo, en el que cada detalle de la batalla que hoy cumple 200 años, como la que le precedió, están claramente reflejadas, allí además se pueden apreciar restos de elementos usados en las campañas luego de un trabajo arqueológico muy interesante que se inició en 2011.
Desde el 28 de marzo de 2015, el responsable del espacio que además rescata la historia del pueblo es Faustino Godoy quien en contacto con PRIMERA PLANA, recalcó la importancia de las consecuencias de la batalla bicentenaria: “En principio cayó el Directorio Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, que hasta 1819 tenía como directores supremos a Pueyrredón primero y luego a Rondeau. Ese Directorio manejaba a todas las provincias y ante su caída deja de haber un ente que tuviera control sobre todas las provincias, comienza una especie de autonomía. Pero además, se disuelve además el Congreso que se había iniciado en Tucumán y que se estaba manejando desde Buenos Aires ya que estando ubicado en Capital tenía un tinte bien porteño”.
Tras esa situación, vale destacar que el 23 de febrero de 1820 se firmó el Tratado de Pilar, el cual generó la constitución de Buenos Aires como provincia autónoma con un gobernador a cargo, responsabilidad que en ese caso recayó en Manuel de Sarratea y así se encendieron las primeras luces del federalismo que caracterizó a ésta Nación.
En este sentido, Libera Gil aclara que “Curiosamente hoy las autoridades de la provincia de Buenos Aires están organizando actos por los 200 años de la creación de la Provincia, es decir que se toma el suceso no como algo negativo en el sentido de haber perdido la conducción del país, sino como algo positivo”.
Con Buenos Aires constituido y sumándose al resto de las provincias que ya venían funcionando autónomamente, nuestro actual territorio siguió teniendo un poder superior ya que a su cargo estaban los “Asuntos de Paz y de Guerra”, lo cual lejos de traer la unidad y la clama soñada generó un período conocido como “El año de la Anarquía”.
“La batalla de 1820 es el origen lamentable de todos esos enfrentamientos que se producen durante años y que culminan en la Batalla de Pavón logrando la unificación, primero con la segunda Cepeda y luego con la unión definitiva de la Provincia al resto de la Confederación” explicó Libera Gil; y sobre ello Godoy aportó un dato muy importante que hecha luz sobre otro gran prócer argentino: “Cuando se dio Cepeda aún estaba inminente el peligro español y de ahí la gran oposición de San Martín a todas estas luchas internas, él decía ‘no peleemos entre nosotros combatamos a los de afuera’, pero no fue escuchado”.
Homenajes
Hoy, a las 18:00 hs., se realizará el acto oficial en conmemoración de los 200 años de la Primera Batalla de Cepeda, en el monolito ubicado a la vera del Arroyo Cepeda, a sólo 5 kilómetros del Museo, emplazado en la avenida de ingreso a Mariano Benítez.
En esa convocatoria, además de tener la singular posibilidad de recorrer el campo de batalla se podrá comprender lo que estaba en juego con la presencia del reconocido historiador Eduardo Lázzari.
Luego del acto, en el propio Museo Batallas de Cepeda, se podrá acceder a charlas, actividades artísticas, danza y música en vivo acompañado también por un espacio gastronómico. Una interesante y agradable propuesta a 200 años del inicio de lo que hoy son los argentinos.
Si todavía no recibís las notificaciones de PRIMERA PLANA, mandanos un Whatsapp al 2477.506005 con la palabra ALTA y pasarás a formar parte de nuestra base de datos. ¿Más fácil? Hacé click en el siguiente enlace http://bit.ly/2tCrZxJ.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.
