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Cómo lograr que una relación abierta funcione

Sea cual sea el tipo de relación de pareja que se acuerde, la clave es que haya bienestar.

"Acabo de conocer a un chico que me gusta mucho, pero me comentó que él quiere tener una relación abierta. Con su ex ya la tenía, y dice que siempre entendió las relaciones así. Yo nunca tuve una relación abierta. La verdad es que tengo curiosidad y me gustaría probarlo, pero no sé por dónde empezar. ¿Me podrías ayudar con algunas ideas o reflexiones?"

Poco a poco vamos normalizando la posibilidad de poder elegir el tipo de relación que queremos: monógama, poliamorosa, abierta, etcétera. Y socialmente hay más conocimiento sobre ello. Pero, ¿realmente nos explicaron las claves para que los distintos tipos de relación funcionen? ¿Sabemos qué hacer en cada escenario?

En el artículo de hoy me voy a centrar en los trucos y aspectos básicos a tener presentes para conseguir una relación abierta sana y positiva.

1. Seguridad de vínculo

Antes de generar una apertura en la pareja, lo más importante es plantearnos si la relación es fuerte, si hay bienestar en ella y se funciona como equipo. Si no, es muy difícil que momentos de inseguridad, que inevitablemente aparecerán, se puedan gestionar bien y acaben reforzando la relación en lugar de erosionarla y debilitarla.

2. Fortaleza personal

Es fundamental conocer los puntos más vulnerables de la pareja. Inevitablemente, una relación abierta pone encima de la mesa la autoestima, la seguridad personal, la gestión emocional... de cada uno. Por lo tanto, hay que estar trabajado personalmente y ser fuerte para hacer que las experiencias vividas sumen en lugar de restar y afectar negativamente a uno mismo y a la relación.

3. Objetivos claros

Saber el motivo, el por qué queremos una relación abierta, es fundamental para que la pareja pueda conocer el cómo el otro entiende la apertura y ver, al mismo tiempo, si los objetivos de ambos son comunes y compartidos. Si no es así, a la larga podrán aparecer desavenencias y malos entendidos.

4. Pactos

Todo tipo de vínculo conlleva unos pactos implícitos. En este caso, es importante que esos pactos sean explícitos y claros, porque hay mil maneras de relacionarse y de vincularse con los demás. Hay parejas que ponen un límite en los encuentros con la misma persona, o establecen tipos de personas vetadas (por ejemplo compañeros de trabajo, gente en común), o determinan qué prácticas están permitidas, etcétera. Hay que alcanzar acuerdos para valorar si ambos quieren el mismo tipo de apertura. Claro que un acuerdo también puede ser no tener acuerdos y fluir sabiendo lo positivo y negativo que puede conllevar.

5. Comunicación

Este punto es esencial para ir avanzando en la apertura de la relación de forma positiva y con bienestar. Debe darse tanto una comunicación informativa (explicarse qué va ocurriendo y qué se va haciendo), como una comunicación emocional (comentar cómo se va sintiendo cada uno). Este aspecto comunicativo debe ser fluido y se debe dar de forma asidua.

6. Evolución

En cualquier relación no hay que bajar la guardia, porque toda pareja va avanzando y las necesidades van cambiando. Por ende, hay que ir revisando todos los puntos comentados, los objetivos, los pactos, e ir actualizándolos para que la pareja siga funcionando siempre como equipo.

Por NÚRIA JORBA, sex coach, sexóloga clínica, terapeuta de parejas, para La Vanguardia.

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