Un mito urbano desde hace muchos años rezaba que, en época de vacas flacas para los vendedores o reparadores de cubiertas, cada tanto, algunos inescrupulosos salían a tirar los famosos “Clavos Miguelitos”.
El origen de estos clavos entrelazados se remonta a cuando los romanos los arrojaban en el campo de batalla para minar y retrasar el avance de las tropas enemigas.
Sin embargo, el nombre “Miguelitos”, proviene de Chile cuando el mítico líder del MIR, Miguel Enriquez, los usaba masivamente cuando lideraba las protestas contra Eduardo Frei Montalva, a fines de la década del ‘60.
El mito se hizo realidad en nuestra ciudad en los últimos días ya que varios vecinos denunciaron que sus cubiertas se vieron arruinadas por la presencia de estos elementos indeseables.
Al menos en dos puntos distintos, conductores denunciaron la presencia de estos clavos, evidentemente puestos adrede.
En uno de los sitios donde se produjo un incidente con los “Miguelitos” fue en la zona del Barrio de Viajantes y el otro sobre Avenida Marcelino Champagnat al 100, frente al complejo de la Escuela de Artes y Oficios “Monseñor Scalabrini”.
Los casos no se conocieron por los carriles oficiales de información sino por denuncias de los mismos damnificados.
En ambos automóviles, las cubiertas quedaron destruidas y los vecinos se preguntan: ¿Quién es el responsable de esto y porque lo hace? Una pregunta que por ahora parece no tener respuesta.
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