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Cuál es el estado de la obra de la Presa de Regulación del Arroyo Pergamino y cómo sigue

A pocos días del 26º aniversario de la histórica inundación, los integrantes de la COSOPPER se reunirán con los responsables del proyecto para conocer más precisiones, mientras se aguardan noticias de la Fiscalía de Estado

Esta semana, integrantes de la Comisión de Seguimiento de Obras Pluviales de Pergamino (COSOPPER) se reunirán -a través de una videoconferencia- con el director provincial de Obras Hidráulicas, Flavio Seiano y con funcionarios del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos, quienes están a cargo de la construcción de la Presa Reguladora del Arroyo.                                                                    

El objetivo de la reunión es conocer cuáles son las acciones que se están llevando adelante en el plan de tareas y actualizar el cuadro de situación. La Presa de Regulación del Arroyo Pergamino es la obra hidráulica más importante de la historia de la ciudad y su finalidad es mitigar las problemáticas inundaciones que afectan a la región.                                       

El proyecto se basa en la construcción de una presa de materiales sueltos, de embalse no permanente que regulará los caudales de agua provenientes de los arroyos Pergamino y Botija. Será de 6.500 metros de largo y 16 metros de alto, y se ubicará aproximadamente a 3,5 kilómetros aguas arriba de la ciudad.                                                           

El fin es asegurar que los niveles del Arroyo permitan el buen funcionamiento de la red urbana de desagües pluviales, incluso cuando se produzcan lluvias de importancia en las cuencas.                                            

La obra se licitó en agosto de 2018 y el contrato, con la empresa Decavial y se firmó en octubre de 2019. Se estima que la construcción llevará entre 3 y 4 años y su costo total asciende a 1.500 millones de pesos, que son financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).                                                                                                     

La Presa de Regulación se emplazará a través de diez campos que pertenecen a propietarios privados, de los cuales cuatro serán expropiados en su totalidad, mientras que en los otros seis se hará parcialmente. Para eso se inició el trámite expropiatorio y se estaba esperando el permiso de los titulares de los lotes para ingresar a trabajar en el área. Sin embargo, esta tramitación se dejó de lado durante la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal y recién se llevó adelante a inicios del año pasado.                                                             

Ese procedimiento de compra de tierras está a cargo de la Fiscalía de Estado de la Provincia de Buenos Aires, que es un ente autárquico y no depende de ningún ministerio ni del Gobierno bonaerense.                          

Si bien los procedimientos legales para expropiar los cuatro terrenos de manera total ya están iniciados y en manos de la Fiscalía, no fue sido posible continuar con los trabajos debido a que sus propietarios se negaron a permitir el ingreso de los trabajadores de la empresa para realizar las mediciones y el análisis del suelo.

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