Alrededor de las 10:30 hs. de ayer, fueron sepultados en el Cementerio Municipal, los restos de Tristán Antonio Díaz Ocampo, luego de haber sido velado en las salas de la Cooperativa Eléctrica Limitada Pergamino (CELP).
El recordado capocómico falleció a causa de una neumonía bilateral el sábado, a los 85 años, en el Hospital de Tránsito Cáceres, de la provincia de Córdoba.
En el momento de su muerte, en la sala de cuidados intensivos del Hospital de Tránsito “Cáceres de Allende”, lo acompañaron sus hijos Mariano y Victoria.
Después del traslado a suelo bonaerense, Tristán fue velado aquí y su féretro finalmente fue despedido ayer a la mañana, cuando se llevó adelante una recorrida por diferentes zonas de la ciudad, entre ellos, el Barrio Acevedo, la Iglesia San Roque y las calles céntricas hasta llegar al Cementerio Municipal. Allí sus restos descansan junto a los de sus padres, tal cual era su deseo y casi un centenar de personas se acercaron a presentar sus respetos, con ofrendas florales y oraciones.
El cura Aníbal Tobares, de la Parroquia San Cayetano, del Barrio 12 de Octubre, fue el encargado de realizar el responso e hizo una semblanza de la vida del capocómico.
Durante la breve ceremonia, dos de sus hijos, Mariano y Federico dijeron unas breves palabras para homenajear al reconocido humorista y agradecer a los presentes: “Nos han mandado mensajes de muchos países. Queremos agradecerles a todos por el cariño en este momento tan difícil.
“Su último deseo era descansar en Pergamino; era su pueblo, su ciudad, su todo porque podía ser Tristán en Buenos Aires, pero acá era Puloil”, agregaron.
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