Boca y River jugarán la final de la Copa Libertadores de América y la semana última el presidente, Mauricio Macri, propuso que los dos partidos contaran con público visitante. Los clubes finalmente rechazaron la iniciativa del Gobierno nacional, por eso en los encuentros que definirán el certamen sólo habrá público local. Cuál es el origen de la prohibición de los visitantes, qué datos existen sobre la violencia en el fútbol y cómo se organizan los operativos.
En la Primera División la prohibición de público visitantes rige desde hace más de cinco años. Se originó a partir de la muerte de Martín Jerez, un hincha de Lanús, el 10 de junio de 2013 en el estadio Ciudad de la Plata en medio de incidentes con la Policía Bonaerense en la tribuna visitante. Desde ese momento, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y las autoridades nacionales y provinciales limitaron el acceso a los estadios sólo al público local.
“La situación en principio no ha cambiado, no encontramos indicios de que haya sido útil la prohibición”, señaló Mariano Bergés, ex juez y presidente de la organización Salvemos al Fútbol. Aclaró, sin embargo, que hoy en día “la mayoría de los estadios no están preparados para recibir visitantes. Por falta de infraestructura, no están dadas las condiciones”.
La seguridad en los estadios del fútbol argentino está a cargo de los ministerios y las policías provinciales. En los últimos dos años comenzó a permitirse el acceso de visitantes en algunos partidos específicos, principalmente en la Provincia de Buenos Aires. La regla que prohíbe el ingreso de los visitantes, sin embargo, no se cumple en algunas competiciones, como la Copa Argentina, que se juega en un “estadio neutral” (de ninguno de los equipos que se enfrentan) con las dos hinchadas, o en las copas internacionales.
No hay datos oficiales sobre la cantidad de muertes por violencia en el fútbol. El único registro que existe lo realiza una fuente no oficial: la organización Salvemos al Fútbol. La primera muerte que tiene el registro -que se realiza en base a un monitoreo de medios- es de 1922. Según esta ONG, entre ese año y la actualidad se produjeron en el país 325 muertes como producto de hechos relacionados con la violencia en el fútbol. La prohibición para el público visitante rige desde junio de 2013. Desde ese momento, se produjeron 50 muertes.
La mayoría de ellas se produjo en enfrentamientos fuera de los estadios, principalmente por internas dentro de las barras bravas. Uno de los últimos casos dentro de un estadio ocurrió en abril de 2017 en el clásico cordobés entre Belgrano y Talleres. Emanuel Balbo, simpatizante del primero, fue arrojado desde la tribuna por hinchas de su mismo equipo en el partido contra Talleres. Falleció dos días después.
El operativo policial de un partido de fútbol lo paga el club que juega de local. Estos partidos se cubren con los llamados “adicionales”, es decir, policías que cumplen tareas por fuera de su horario de trabajo y cobran un plus por eso. El costo del operativo depende, en parte, de cuánto valga la hora de trabajo adicional de cada policía. Si bien el dinero sale de las arcas del club, la policía o las autoridades de seguridad de las provincias son las que diagraman el operativo y definen la cantidad de efectivos que deben intervenir.
La Provincia de Buenos Aires actualizó en marzo último el valor de los adicionales. Para la categoría “espectáculos o reuniones públicas”, que incluye a los partidos de fútbol, cada policía cobra $183 la hora. Hasta ese mes, el valor era de $88, es decir que hubo un aumento del 108 por ciento.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cada adicional de policía cobra $942 por módulo de cuatro horas en espectáculos públicos. Se estima que para este sábado habrá más de 1.200 efectivos policiales destinados al operativo, según informaron desde el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires. Si cada policía cumpliera dos módulos de cuatro horas en el partido de este sábado, el operativo tendría un valor de unos $2,2 millones. Pero esto no tiene en cuenta otros montos, como los patrulleros.
Gerardo Milman, jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad de la Nación, aseguró que para este partido se implementará el programa Tribuna Segura, un sistema que permite controlar al público a través del escaneo de su DNI y evita el ingreso de personas con antecedentes penales o con derecho de admisión. Ante la consulta de este medio, sin embargo, no confirmó la cantidad de efectivos federales que se destinarán.
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