Cómo desde hace 18 meses y cada segundo día del mes, bajo la consigna “Ni una pelea ni un motín fue una masacre” las madres de los siete jóvenes muertos en los calabozos de la Comisaría Primera se movilizaron ayer por las calles de la ciudad hasta donde funciona actualmente la dependencia policial, en avenida Alsina y Alem.
Los discursos frente a la sede policial del ex edificio ferroviario fueron desarrollados por Cristina Gramajo, mamá de Sergio Filiberto; Silvia Rosito, madre de Fernando Latorre y además se dirigieron a los manifestantes Alberto Santillán (papá de Darío Santillán, muerto en 2002 en Avellaneda) y cinco madres del colectivo “Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil”.
Todos los padres abogaron por sostener la lucha en las calles y visibilizar el reclamo por Justicia marchando sin cesar hasta que se condene con la cárcel a los responsables.
Los manifestantes salieron por la plaza 9 de Julio caminando con las banderas y las madres encabezaron la marcha de decenas de personas integradas por familiares; amigos; agrupaciones de Derechos Humanos y partidos políticos de izquierda.
Alberto Santillán instó a que “sigan la lucha en la calle por nuestros hijos ya que los amamos. Nosotros somos los dueños de la calle porque hemos conseguidos cosas que si no nos movilizábamos la Justicia no actuaba. En Pergamino tiene que existir un lugar que recuerde a los siete jóvenes. En las marchas tiene que haber más gente comprometida y seguiremos viniendo todas las veces que no nos necesiten”, expresó el padre de Darío Santillán, quien murió junto a Maximiliano Kosteki durante una movilización frente a la estación Avellaneda en 2002.
Silvia Rosito expresó: “Nosotros los familiares de Justicia por los siete vamos a estar más unidos que nunca; No vamos a compartir ningún espacio de memoria con aquellos que tienen algún tipo de responsabilidad política sobre la masacre de nuestros hijos y la tortura que han sufrido cientos de jóvenes de Pergamino. Vamos a mantener el espacio de memoria para nuestros hijos porque lo pagaron con su sangre. Ningún pibe menos, ninguna piba menos, ninguna bala más porque este Estado es responsable”, dijo la mamá de Fernando Latorre.
Emilia, integrante de la Marcha Nacional contra el Gatillo Fácil en su discurso dijo “que esta lucha y todas las luchas de los casos de muerte por parte de la policía es de todos y vinimos a apoyar a las madres de Pergamino porque vamos a luchar porque el espacio de memoria sea sólo de los pibes porque la sangre de ellos no se negocia. Decimos que luchamos por todos. Pedimos basta de gatillo fácil; basta de muerte en centros de detención; basta de causas armadas y basta de femicidios donde en un gran porcentaje hay integrantes de la fuerza policial. Nos tenemos que unir en la lucha porque es colectiva, entre todos”. Otras madres del colectivo nacional hicieron uso de la palabra para apoyar a las madres de Pergamino.
Las siete víctimas de la Comisaría Primera
El jueves 2 de marzo del año pasado en la celda 1 de la Comisaría Primera de Dorrego 636 perdieron la vida: Sergio Filiberto, Federico Perrotta, Alan Córdoba, Franco Pizzarro, John Mario Carlos, Juan Carlos Cabrera y Fernando Emanuel Latorre.
Los seis efectivos policiales que estaban de servicio ese día irán a juicio oral en la causa penal instruida por el fiscal Nelson Mastorchio que acusa al ex jefe Alberto Donza; Alexis Eva, César Carrizo, Matías Giulietti, Sergio Rodas y Carolina Guevara por el delito de abandono de persona agravado por el resultado de muerte con multiplicidad de víctimas.
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