En muchos casos, cuando un ser especial deja esta tierra, su recuerdo, anécdotas y buenos sentimientos invaden a las personas más cercanas de tristeza y nostalgia, pero sobre dejan dibujada una sonrisa en el agradable recuerdo y las miles de historias por los gratos momentos compartidos.
Es el caso de Luis Calabia o como lo conocían todos en nuestra ciudad, “Beto”, que venía hace años peleando contra una grave enfermedad, que finalmente le produjo el deceso ayer, en horas de la madrugada.
Exjugador e hincha de Comunicaciones, alegre, amigo de sus amigos, amado por su gente, con miles de anécdotas y “un adelantado dentro de la cancha”, según quiénes lo vieron jugar o compartieron cancha con él.
A pura faja, finta y firulete, “Beto” llenaba los ojos de quienes masivamente iban a ver al “cartero”, club que amaba y al cuál cada vez que podía seguía a la distancia.
De hecho, el año pasado, vino desde Estados Unidos para compartir “la cena de los campeones” por el último título cosechado por “Comu”.
Luis “Beto” Calabia quedará en la historia del basquetbol pergaminense no solo por su elegancia a la hora de jugar, sino por haber sido el primero en convertir un triple -antiguamente valía 2 puntos desde cualquier lugar de la cancha- detrás de la línea que está pintada a 6,25 metros de distancia del aro.
Papá de los brillantes “Berna” y “Fede”, conocidos también como los Calabia Bros y extrañando siempre las milanesas de su mamá Amelia, formó una nueva familia con Miriam, en América del Norte, siempre con nostalgia hacia su Pergamino, que hoy lo despide con tristeza, pero con una mueca de cariño al recordar sus historias y sus bandejas con la número 10 en la espalda.
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