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Fideos Don Antonio: el Estado debe pagar

La Justicia ordenó abonarle a la empresa juninense un millón de pesos en concepto de resarcimiento por el daño moral causado, además del daño material, consistente en el monto de las compensaciones que no se le abonaron y la llevaron al cierre. R El fallo completo.

El juez federal de Junín, Héctor Pedro Plou, ordenó hacer lugar a una demanda iniciada por la firma Fideos Don Antonio contra el Estado Nacional (a través de la Unidad de Coordinación y Evaluación de Subsidios al consumo interno), ordenando pagar a la empresa un millón de pesos en concepto de resarcimiento por el daño moral causado, además del daño material, consistente en el monto de las compensaciones que no se le abonaron y la llevaron al cierre.

La presentación había sido realizada por María Marta Fratamico, vicepresidente de Fideos Don Antonio, con el patrocinio del abogado Oscar Peretti. Se inició una acción por daños y perjuicios contra el Estado nacional, y persiguiendo se declare nulo e inconstitucional el régimen normativo creado e implementado para subsidiar el costo de las harinas y que se reparen los daños y perjuicios ocasionados.

Don Antonio es una empresa familiar creada en 1914 por Antonio Fratamico, que se dedicó siempre a la fabricación de pastas secas a través de sus productos “Don Antonio”, “Marcelito”, “Fratamico” y “Rizzuto”.

En el año 1997 se puso en marcha un molino harinero, de última generación, instalado en el parque industrial de General Pico, que le permitió comercializar en diversos puntos del país y en países limítrofes “Harinas Don Antonio”. Posteriormente, a fines del año 2001, al hacerse cargo de la empresa la cuarta generación familiar se encararon ambiciosos proyectos, dentro de los cuales se destacó el funcionamiento de una planta de alimentos balanceados, lo que permitió ampliar la gama de productos, incursionando en nuevos mercados y generando trabajo genuino a más de 110 familias entre Junín y General Pico.

A partir de la falta de pago por parte del Estado, la empresa arrancó un período crítico desde el punto de vista financiero: al mes de septiembre de 2011 la deuda superaba los 19 millones de pesos.

Por parte del Estado, fue la doctora Cristina Molina la encargada de responder. En una sentencia conocida hace unos días, el juez Plou consideró “procedente el resarcimiento del daño moral,  a pesar de que no se ha desplegado prueba específica, puesto que existen elementos que permiten presumir el daño de que se trata. Considerando la cuantía de la deuda, que el sistema fue impuesto por el Estado, que la empresa había llenado todos los requisitos establecidos en la reglamentación: valúo este rubro en la suma de pesos un millón”.

Además, ordenó pagar por el daño material, consistente en el monto de las compensaciones no se le abonaron, valor que será determinado en un proceso sumarísimo posterior.

La empresa juninense originó esta demanda a partir del desfasaje producido en la industria molinera desde el 2007, cuando se estableció un sistema de compensaciones para el consumo interno.

Esto provocó que Don Antonio tuviera mora con la AFIP, lo cual originó la promoción de varias ejecuciones fiscales por parte del Fisco Nacional con medidas cautelares, “sustentadas en embargos generales de fondos y valores e inhibiciones que traen como consecuencia fatal e inexorable la paralización y asfixia financiera, al punto de frustrar o abortar cualquier movimiento comercial, económico, productivo y financiero, empujando a la empresa al peor de los escenarios: el de la cesación de pagos y sus consecuencias conocidas”.

Pese a que el objetivo fue preservar la fuente de trabajo de cerca de 100 familia empleadas directamente, el año pasado Fideos Don Antonio debió cortar la unidad productiva de pastas en Junín, ya que –según alegaron los propietarios- “no podemos continuar perdiendo entre uno y dos millones de pesos mensuales en la misma, intentando con ello salvar la empresa y hacerla nuevamente viable”.

Cierre en Junín

En septiembre del año pasado llegaron 33 telegramas de despido a los empleados, porque la planta productora de Don Antonio en Junín sería cerrada.

“La grave crisis económica por la que atraviesa el sector agravado en el caso de Pymes como la nuestra por un aumento de costos desmedido (tarifas, impuestos, materias primas e insumos), la aparición de competencia desleal generada por los grandes grupos monopólicos, la falta de acceso al crédito que nos impidió la renovación de nuestras máquinas, la rotura de las mismas y la caída de las ventas, más la millonaria deuda que mantiene con nuestra Empresa el Estado Nacional a través de la ex ONCCA/UCESCI), nos llevan a tomar esta difícil decisión de cierre de la Unidad productiva de pastas en esta ciudad”, se excusó la centenaria empresa en los telegramas enviados.

Sentencia Juzgado Federal - Fideos Don Antonio c. Ucesci s. Daños by Semanario de Junín on Scribd

EL TEXTO ORIGINAL FUE PUBLICADO EL SÁBADO 12 DE OCTUBRE 2019 EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA  

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