Florencia Peña instaló la palabra "poliamor" para definir la pareja abierta que, según dice, consensuó con Ramiro Ponce de León, el padre de su hijo Felipe (11 meses), desde que comenzó a salir con él en 2013. Y enseguida se desató la polémica.
Todo había comenzado con la difusión de unos audios que involucraban al abogado salteño con una joven llamada Eliana Mendoza, quien asegura haber mantenido con él una relación de cinco años en paralelo a la de Peña. Entonces, la actual jurado del Bailando 2018 salió a responder en el programa de Marcelo Tinelli. Pero, en lugar de decir que había sido engañada por su pareja, confesó que entre ellos habían acordado estos permitidos. De esta manera, después de que el debate recorriera todos los programas de la televisión argentina, Florencia habló del tema en El Diario de Mariana y aseguró que ella y su marido tenían que hacer "un mega culpa".
"Ustedes saben que yo soy de enfrentar las cosas. Doy la cara. Yo la vida la elijo vivir como la vivo, intensamente. Y, cuando pasan estas cosas, me la re contra banco. Pero yo estoy viviendo una cuestión personal que va por un lugar y lo externo va por el otro. Siento que lo que viene desde afuera nada tiene que ver con lo que nos pasa a nosotros. Y me es muy difícil explicarlo, porque yo tengo una manera de pensar y de vivir la vida y estoy entendiendo que no todo el mundo quiere aceptarla", dijo la actriz.
En el marco de la promoción de El Potro, lo mejor del amor, la película en la que encarna a la madre de Rodrigo Bueno, Florencia aseguró: "Me hubiera gustado no tener que compartir esto para que sea debate nacional. Pero si viene a cuento de algo bueno, como todas las cosas que me han pasado en la vida siendo una mujer pública, es que esto nos ayuda a todos a repensar un poco de qué manera queremos vivir la vida y cuál es la naturaleza de las cosas".
En ese sentido, confesó: "Yo hace mucho tiempo que descreo de la monogamia y de las relaciones convencionales. Esto, de alguna manera, lo vengo trasmitiendo desde hace algún tiempo sin poder decir exactamente lo que pensaba. Ahora no es que lo pueda expresar abiertamente. Pero quizá, en algún momento, me pueda sentar a charlar de esto de una manera más profunda".
Sin embargo, reconoció que el hecho de que estas cuestiones íntimas se hicieran públicas la terminó afectando. "Obviamente que lo sufrí. No es verdad que no lo sufrí. No sería honesto de mi parte decir que todo me resbala. No es que todo me resbala. Es que yo sé el convenio que tengo con mi pareja, sé qué acordamos nosotros. Y esto no estuvo bueno. Tenemos que hacer un mega culpa, para ver en qué hemos cometido errores", explicó.
No obstante, la actriz se encargó de dejar en claro que los derechos eran iguales tanto para ella como para su pareja. "Acá no es que yo soy la pobrecita y él es el sorete que cometió un error por el que yo quedé desahuciada. No: yo también la paso bien. Y quiero que se entienda porque, muchas veces, la mirada se da siempre desde un lugar machista, en el que se pone a la mina en el rol de pobrecita, destruida en la casa con lo que le hicieron, mientras el tipo es un genio. Y que no se sepan cosas de mí, cosa que habla muy bien de mí, no quiere decir que yo no tenga derecho al goce. Porque, por primera vez en la vida, se habla de esto en la tele: del goce de la mujer", concluyó.
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