Julián Domínguez, el primer ministro agropecuario del kirchnerismo, vuelve para recuperar voltaje político

El nuevo ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de la Nación, Julián Domínguez, dijo recientemente que “nuestra dirigencia política no entiende al campo”. Fue hace menos de un mes, cuando viajó junto a su antecesor Luis Basterra a Rosario, para participar de Experiencia Agroindustria, el precoloquio de IDEA sobre el sector estructural de la economía argentina.

Fue sugestiva la presentación conjunta, aunque ambos tienen una relación de amistad y respeto desde hace muchos años, y en el último tiempo conversaban muy seguido. Pero casi nadie imaginó que iba a ser un anticipo del protagonismo que iba a recuperar Domínguez. Este viernes, fue designado ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de la Nación.

En tanto, Basterra dejó ese cargo luego de casi dos años, en los cuales logró evitar conflictos graves, pero fue perdiendo representación como interlocutor entre el Gobierno y el campo. Soportó dos paros -tres días en marzo de 2020, por la suba de retenciones a la soja y dos semanas entre mayo y junio de este año por el cepo a la carne- pero lo más elocuente es que los dirigentes del campo hace meses que se reúnen con otros funcionarios para discutir los temas más trascendentes.

El nuevo ministro ya estuvo en este cargo. Fue el primer ministro de Agricultura del kirchnerismo y del período democrático iniciado en 1983. Tras varios años en los cuales el sector tuvo representación gubernamental como secretaría de Estado, en 2009 el gobierno de Cristina Kirchner buscó cerrar algunas heridas con el campo, tras el conflicto por la Resolución 125, y encontró en Domínguez a un hábil diplomático que planteó objetivos y propuestas superadoras. Se lo recuerda por haber impulsado el Plan Estratégico Agroalimentario 2010-2020, con una impronta de consensos.

Aunque la implementación de ese trabajo estuvo lejos de las expectativas que creó, a Domínguez le permitió recuperar la relación con la mesa de enlace en nombre del Gobierno, mientras el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno, ponía trabas a las exportaciones e intervenía la comercialización de productos agropecuarios.

Al participar del panel en IDEA Agroindustria sobre la “hoja de ruta sectorial”, Domínguez afirmó que “no se puede pensar en un modelo de país sin el sector agroindustrial”. Destacó las capacidades del sector agroindustrial en materia de innovación y difusión de nuevas tecnologías y puntualizó su influencia sobre el desarrollo de otras industrias, como la automotriz. También subrayó “la importancia del aporte fiscal que la agroindustria realiza en pos del bienestar común”.

Sostuvo que la biotecnología agrícola se erige como la batería de respuestas a los desafíos del presente y del futuro. Y señaló la importancia de “un fondo de Investigación y Desarrollo para anticiparnos y liderar así como también para impulsar el financiamiento lo que protejan y defiendan a pequeños y medianos productores ante la emergencia climática”.

Amplia trayectoria, y afín a la Iglesia

Abogado, nacido hace 57 años en Chacabuco -en el corazón agrícola del país, fue intendente de esa ciudad bonaerense entre 1995 y 1999, cuando fue designado ministro de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires. Fue viceministro de Defensa de la Nación, vicejefe de Gabinete de Ministros y legislador bonaerense.

Tras su paso ministerial, en las elecciones de 2011 ganó una banca de diputado nacional y fue elegido presidente de la Cámara Baja, cargo que ejerció hasta el 10 de diciembre de 2015 y desde el cual encabezó la redacción del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, impulsando y coordinando las audiencias públicas en todo el país.

La relación de Julián Dominguez y Cristina Kirchner ha atravesado períodos de buena sintonía y fuertes cortocircuitos. Reestablecieron el vínculo hace poco tiempo, luego de haberse distanciado en 2015.

En 2015 fue precandidato a gobernador bonaerense por el Frente para la Victoria, y tras ser derrotado por Anibal Fernández en las PASO, se distanció tanto de su contrincante -ahora nuevamente compañero en el Gabinete- y de Cristina Fernández de Kirchner, con quien reestableció el vínculo político hace poco tiempo.

Hasta ahora se desempeñaba como asesor en el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) y trabajaba en su estudio jurídico. Es profesor Adjunto de Historia del Derecho Constitucional en la Universidad del Salvador, y Director de la Diplomatura “Los desafíos laborales desde una perspectiva humanista” en la Universidad de San Isidro. Es reconocida su afinidad con el pensamiento del Papa Francisco y tiene una relación cercana con el jefe de la Iglesia Católica.

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