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Kicillof quiere reventar las urnas de cemento

“Si uno lo compara con lo que se venía presupuestando a partir de 2018, es un salto. En términos relativos, se duplica el presupuesto de infraestructura de la provincia”, le dice a Letra P el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos, Agustín Simone.

La orden de Axel Kicillof para 2021 es avanzar sobre la infraestructura y la vivienda. La obra pública será su principal caballito de batalla para las legislativas del año que viene.

Con ese plan, el gobernador de Buenos Aires dispuso que 180 mil millones de pesos del 1,9 billón que calcula gastar en el próximo ejercicio, según el Presupuesto 2021, vayan a financiar un plan de infraestructura y vivienda que se divide entre la reactivación de trabajos inconclusos y la puesta en marcha de nuevas obras. La semana pasada, dio una muestra de cómo será el termómetro 2021 si la vacuna hace su efecto y el Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio queda en el pasado.  

Por ahora, el Ejecutivo bonaerense no se habla abiertamente de las elecciones del año que viene. Primero, se enfocan en la aprobación del Presupuesto, cuyo tratamiento viene levantando temperatura, y en el plan de vacunación contra el covid-19 entre diciembre y marzo. Las obras 2021 serán la plataforma en la que se parará el mandatario. También, lo hecho en materia sanitaria para mitigar los efectos de la pandemia del coronavirus y la reactivación de obras que en agosto de 2019 –luego de las PASO- dejaron de recibir financiamiento, según denuncia la actual administración provincial.

“Todas las obras de viviendas estaban paralizadas. El gobernador quería generar un punto de inflexión y se puso un especial énfasis en este primer año de gobierno y para lo que viene”, indicó Simone en diálogo con este medio. “Hoy, 2.500 obras de vivienda están reactivadas y esperemos llegar a las cinco mil a fin de año”, agregó el ministro. Además, se abrieron convenios por otras siete mil viviendas. 

Para 2021, la administración Kicillof espera tener diez mil viviendas en proceso de construcción. A un ritmo normal, demoran 12 meses. “Lo importante es hacer arrancar esta rueda, estar construyendo siempre diez mil viviendas. Si llegamos a ese número, siempre vamos a poder estar entregando esa cantidad”, se entusiamó el ministro. 

Según cálculos del gobierno bonaerense, dos millones de personas padecen problemas habitacionales y en 500 mil hogares las familias viven hacinadas. 

FRENADA HERENCIA.

Uno de los puntos que resaltan en la gobernación bonaerense con respecto a la cuestión habitacional -Kicillof ya empezó a decirlo en sus discursos, como lo hizo este miércoles, al entregar viviendas en Daireaux- es la desaceleración de proyectos habitacionales de parte de la anterior gestión en su último tramo. 

“Nos llevó seis meses reactivar las obras en viviendas. Cuando se paralizan, suelen ser objeto de vandalizaciones. Los primeros seis meses estuvimos trabajando para reactivarlas. No es que se hubieran neutralizado las obras, es decir, que se hubieran dejado de pagar. Hubo que renegociar los valores”, explicó Simone.

El actual gobierno sostiene que los recursos destinados a la construcción de viviendas se redujeron en un 70% en términos reales respecto a 2016, cuando se inició la gestión de María Eugenia Vidal. El panorama se repite en materia de obras de hidráulica, en los arroyos que desembocan en el Salado. También, en obras de agua y cloaca. Recién este viernes se abrieron los sobres para la licitación de la Construcción de Planta Potabilizadora para La Plata, Berisso y Ensenada y la Etapa I del acueducto a Parque San Martín, una obra financiada por un crédito de la Corporación Andina de Fomento (CAF) que contará con una inversión total de $6.247.374.835,22. “Es una obra que va a llevar tiempo y quizás no inauguremos nosotros, pero va cambiar el servicio de manera estructural”, le dijo Simone a este medio. 

En los números de la herencia que maneja la administración provincial no aparecen indicadores positivos entre 2015 y 2019: caída del 10% del Producto Bruto Geográfico, caída del 23% de industria manufacturera, caída del 8% de la construcción, caída del 12% de la actividad comercial. Al 2019, el 10,5% de la población económica activa de la provincia se encontraba desempleada. Este factor impactó en el poder adquisitivo (pérdida del 17,2%) y en el comercio interno (caída del 8,7% entre 2015 y 2019). La actual gestión, según datos del Ministerio de Hacienda y Finanza, sostiene que entre 2016 y 2019 también se cerraron 3.300 pymes y 9.500 comercios, lo que se traduce en la pérdida de 84.400 puestos de trabajo asalariados.

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