Si hay algo que caracteriza a nuestro país, además del asado, el dulce de leche y el mate, es el fútbol. Esa religión que mueve muchedumbres y genera siempre un debate en cualquier lugar inimaginable, desde una mesa de café hasta un cura dando una misa y poniéndolo como ejemplo de algo, entre otras cosas.
Pero hay una historia oculta dentro del deporte más popular que muy pocos saben, o quizás nadie, ya que nunca se la mencionó en ninguna parte. Si de futbolistas argentinos destacados tenemos que hacer una lista, al primero que uno menciona es a Diego Armando Maradona. Luego ponemos a Lionel Messi (algunas seguro lo harán a la inversa) y en tercer lugar, por lo menos de mi parte y calculo que de la mayoría, pondría a Alfredo Di Stefano. Justamente con este último, la siguiente historia está relacionada.
El Domingo 14 de Octubre de 1928, a las cuatro de la mañana, nacía en Pergamino Héctor Jorge Rial Laguia. Poco se sabe de su infancia en nuestra ciudad, mucho menos aún se sabía en aquel entonces, que nacía una leyenda del fútbol mundial.
Sus inicios dentro de la práctica profesional de fútbol se iban a desarrollar en San Lorenzo de Almagro, club donde iba a hacer todas las Divisiones Inferiores hasta llegar a la Primera División del club azulgrana el día 21 de Septiembre de 1947. Esa misma tarde, su equipo vencía a Independiente de Avellaneda por 4 a 0 y el pergaminense anotaría su primer gol de manera profesional. En aquel entonces, el fútbol que desplegaba San Lorenzo era de altísimo vuelo, algo que llamó la atención a varios equipos europeos que lo invitaban a diversas giras europeas para disputar amistosos. El Lunes 26 de Diciembre de 1949, San Lorenzo vencía por 3 a 2 a Barcelona con dos goles de Rial. Esta gira provocó que tanto el conjunto catalán, como el Valencia, pusieran sus ojos en el argentino para contratarlo, pero la directiva de Boedo se negó a negociar al jugador. Rial, en tres años que jugó en San Lorenzo, disputó 40 partidos y anotó 20 goles.
Tras su paso por San Lorenzo, el pergaminense Rial llegó a Colombia en el año 1949 por la gestión de su ex compañero de equipo, Rene Pontoni, quien había firmado con Independiente Santa Fe y se encontraba en la ciudad de Buenos Aires para reclutar otros jugadores del “Ciclón” para que fueran a jugar a Bogotá en momentos en que se adelantaba una huelga de futbolistas en Argentina. En Independiente Santa Fe fue llamado “El Pibe” o “El Nene”, debido a que era el menor de la legión argentina en Colombia. Sin embargo, no lograron colmar las expectativas deportivas de los socios, la hinchada santafereña y una parte de la prensa bogotana que consideró una inversión innecesaria el haber llevado varios futbolistas de renombre. A finales de la temporada de 1950, se produjo la salida de importantes figuras, como la del mismo Héctor Rial, que a pesar de haber convertido 26 goles en 54 partidos, y de ser un jugador destacado en el fútbol colombiano, partiera (tan sólo año y medio después de haber llegado a Bogotá) con destino a Nacional de Uruguay.
En el decano del fútbol uruguayo, “El Nene” demostró parte del potencial que lo llevaría a conquistar Europa años después. Los medios uruguayos lo registran como un crack que condujo al equipo “Bolso” al campeonato de 1952, nada menos que frente a Peñarol, su eterno rival. En Nacional de Uruguay estuvo dos años, disputó 73 partidos e hizo 27 goles.
Mientras tanto, Di Stéfano luchaba en España con los dirigentes del Real Madrid: “¡Quiero que me traigan un jugador que cuando le pase la pelota sepa cómo devolvérmela!”, exclamaba “La Saeta Rubia”.
Alfredo Di Stéfano, entonces, pensó en Rial que ya lo conocía de su paso por el fútbol colombiano (Di Stefano jugaba en Millonarios de Bogota) y se encargó personalmente de contactarlo. Le mandó una carta a su casa de Montevideo invitándolo a jugar en el Real Madrid, y ante la respuesta afirmativa de “El Nene”, le comunicó a Santiago Bernabéu que él era el indicado para sumarse al equipo. El presidente tomó nota y mandó a su mejor directivo, Raimundo Saporta, para destrabar el pase. Saporta (ayudado por las amenazas de Rial que juró que si no lo dejaban irse se retiraba) logró la contratación y “El Nene” pasó a ser jugador del Real Madrid en 1954.
En la temporada 1955/1956 sólo sumó un título pero fue, justamente, la primera Copa de Europa. Rial fue la figura de la final, marcó un doblete en el triunfo 4-3 sobre el Stade de Reims. Así comenzaba a forjarse la leyenda del Real Madrid todopoderoso que ponía la cara por España en Europa.
En la temporada siguiente, la 56/57, se incorporó el francés Raymond Kopa, que rápidamente se acopló al equipo. Ese año también fue el de la consagración de Paco Gento, un extremo izquierdo rapidísimo al que Rial le decía que corriera para tirarle la pelota. Juntos formaron la mejor ala zurda del mundo, y desmoronaron a defensas enteras con pases filtrados y corridas fulminantes. Así el Real Madrid volvió a ganar la Copa de Europa (2-0 a la Fiorentina en la final), La Liga y la Copa Latina, en su última edición.
El argentino Luis Carniglia se hizo cargo del equipo en la temporada 1957/1958 y la costumbre no se alteró. El Real Madrid logró el bicampeonato en La Liga y la tercera Copa de Europa en fila. Fue tras derrotar 3-2 al Milan en la final, donde Rial colaboró con el segundo gol. Esa fue su última gran temporada en España, con 17 goles en 27 partidos.
En la temporada 1958/1959, el Presidente Santiago Bernabéu, obsesionado por hacer del equipo una marca, incorporó a los brasileños Didí (campeón del Mundial de Suecia 1958) y Canário (suplente natural de Garrincha). Rial empezó a perder terreno y las lesiones lo marginaron. No obstante, volvió a ganar la Copa de Europa al derrotar 2-0 al Stade de Reims.
Un año más tarde, la temporada 59/60, el arribo del húngaro Ferenc Puskas lo condenó a jugar de volante por la derecha y una rotura de ligamentos lo dejó afuera de la final de la quinta Copa de Europa que ganaría el Madrid, en el recordado 7-3 ante el Eintracht Frankfurt.
“El Nene” se despidió del equipo madridista en la temporada 1960/1961. Aquejado por las molestias físicas, jugó sólo dos partidos, pero formó parte del plantel que volvió a ganar La Liga después de tres años y que se consagró en la primera Copa Intercontinental, ante Peñarol, campeón de la Libertadores en el año 1960. La ida en Uruguay fue 0 a 0, mientras que la vuelta en el Estadio Santiago Bernabeu, fue triunfo del Real Madrid 5 a 1. Con 169 partidos y 83 goles, Rial se marchó del Real Madrid a la Unión Española de Chile. Así, el oriundo de Pergamino se iba de “La Casa Blanca” con 5 Copas de Europas, 4 Ligas de España y una Copa Intercontinental.
En el país trasandino solamente permaneció seis meses, jugando 15 partidos y marcando tan solo un gol. Luego de su paso por Chile, Rial pasó al Español de Barcelona en el año 1962, ya que era una falange del franquismo dentro de Catalunya, después de la Guerra Civil Española.
“El Nene” pasó del Español de Barcelona al Olympique de Marsella, donde finalizó su carrera en 1963 a los 35 años, luego de disputar con el conjunto francés 22 partidos sin convertir goles.
A su vez, y al poseer la doble ciudadanía, jugo 5 partidos con la Selección de España marcando un solo gol. Todos los partidos disputados fueron amistosos, por lo que no pudo defender a la selección en ningún evento internacional.
Hector Jorge Rial es uno de los seis futbolistas que más goles marcaron en finales de Copa de Europa en la historia del Real Madrid. Junto con Cristiano Ronaldo, Raúl y Valdano, anotaron 3 goles. Con 7 están Di Stefano y Puskas, ambos compañeros suyos en el Madrid de las 5 Copas de Europa, o como la UEFA lo menciono, “uno de los mejores equipos de la historia”. Por si esto no fuera suficiente, figura en la nómina de los 50 mejores futbolistas del conjunto “Merengue” y está dentro de los 10 futbolistas que tienen 5 Copas de Europa. Algunos nombres de esa lista: Di Stefano, Paolo Maldini, Alessandro Costacurta y un tal Cristiano Ronaldo.
Condenado muchas veces al olvido, del Real Madrid se suele recordar la delantera de Gento, Di Stéfano, Puskas y Kopa, pero había un quinto elemento, y era un pergaminense: “El Nene” Rial. El que posibilitaba los desbordes del español, los goles del húngaro, las gambetas del francés y le dejaba el sendero libre a “La Saeta” para que hiciera lo que quisiera, porque todo lo que quisiera hacer estaría bien. Nació futbolisticamente en San Lorenzo y jugó en seis países distintos, pero su mayor gloria la cosechó en España. En silencio se convirtió en el Monje Blanco de un equipo que conquistó el mundo.
Hector Jorge Rial, o bien, el pergaminense que es parte de la historia grande del Real Madrid.
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