La Cultura y el Fondo de Promoción

El Fondo de Promoción Cultural que, supuestamente, sostienen la Subsecretaria de Cultura y la Comisión en el área del HCD es, como bien dice el acta de su creación en la gestión de Raúl Notta, una de las mejores direcciones de Cultura de la democracia, “una herramienta para el incentivo y el fortalecimiento de los valores culturales locales a través del financiamiento parcial de proyectos artísticos; el objetivo del Fondo es promover proyectos culturales que destaquen la identidad local y regional, que apunten a la calidad y el desarrollo de las actividades artísticas en distintas ramas y que fomenten la organización barrial y de los pueblos de campaña en torno a la cultura; pueden postularse todas las instituciones y actores sociales”

La labor de los funcionarios de turno encargada de “repartir” el capital que año tras año debería financiar el Fondo es, sencillamente, determinar si el pedido cumple con los requisitos mínimos y los postulados básicos de su creación. Es una ayuda a los proyectos que hacen a la cultura local; no es un certamen, ni quienes deciden sobre el monto a otorgar a cada uno de las propuestas presentadas, deben evaluar si es bueno o malo, mejor o peor, porque todas son parte de la cultura local; todos los proyectos presentados, salvo alguno que se aleje demasiado de las pautas y requisitos a cumplir, conforman el alma de la cultura pergaminense y no hay ningún funcionario que este lo suficientemente capacitado para determinar que es mejor o peor. Por lo que, si se elimina de la posibilidad de acceder al beneficio económico a alguno de los proyectos evaluados, se está incurriendo, sencillamente, en un acto de autoritarismo no avalado por quienes deben recibir la ayuda municipal, ni por quienes incorporaron esta figura a los derechos ciudadanos

Que un grupo de personas que, por tiempo limitado ocupe funciones en el Ejecutivo o Legislativo municipal, determine que de 58 proyectos presentados, solo 15 deben ser subsidiados es, sin más vueltas, una falta de respeto a la cultura local. Y que eso sea dispuesto en esta época tan sensible y diferente como la que estamos pasando por la pandemia, es de una falta de sensibilidad y sentido común llamativa, que no hace a quiénes, en líneas generales, serian nuestros representantes políticos, convirtiéndose en un acto de “cierta impunidad” que sorprende, al menos a los que transitamos por la cultura local desde hace más de 50 años.

Vale decir además, que el Fondo ha sido desfinanciado en los últimos años; que este año se comenzó a trabajar en él, cuándo los artistas lo exigimos; que las becas artísticas se otorgaron casi en al final del curso lectivo y otros casos notorios que no vale mencionar; lo que da la evidencia de que el área ha sido “intencionalmente” olvidada por todo lo que tiene “olfato” municipal. Y reitero que los artistas fuimos los primeros que nos bajamos y seremos los últimos en subir tras la pandemia.

Pero que un grupo de personas con la sola identidad cultural de determinar administrativamente con cuánto dinero ayudar a cada una de las propuestas culturales presentadas, determine que 43 proyectos presentados no son “validos” como para ser asistidos, a fin de que puedan llegar a su concreción, parece un cierto acto de desconocimiento e irrespetuosidad del que los artistas no deberíamos haber sido “victimas”.

No es así, queridos concejales y funcionarios de Cultura; nunca fue así y jamás lo será; reinsértense en el lugar que les corresponde y no se conviertan en “jueces” de lo que nunca debieron haber juzgado. Ratifico, esto no es un certamen, sino el reparto justo de un dinero que pertenece a la cultura local y aclaro que no se aun quiénes son los beneficiarios de la arbitraria decisión.

*El autor es Actor, director y docente teatral

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