Un informe médico y distintos elementos volcados en un sensible legajo penal donde se investiga a un psicólogo rosarino de 37 años por presunto abuso sexual a una de sus pacientes, introduce elementos que contrastarían con la denuncia, ya que la defensa plantea que el encuentro fue consentido y que la víctima no sufrió lesiones ni fue drogada como relató. La situación fue atravesada por un trastorno de bipolaridad que sufre el profesional, quien está detenido en prisión preventiva en una clínica psiquiátrica.
“Estamos totalmente de acuerdo en que se investigue este tipo de hechos, pero cada uno tiene su particularidad. Hay evidencias que demuestran que no fue un abuso sexual, sino una relación consentida, sin violencia ni drogas”, refutó el abogado penalista Pablo Rajmil, sobre la compleja situación de su cliente, el psicólogo identificado como J. L.F., quien fue denunciado por una paciente y luego imputado por haberla abusado sexualmente.
De acuerdo a la pesquisa, la víctima se atendía desde hacía 9 meses en el consultorio del psicólogo, en inmediaciones de Tucumán al 2600. Según su relato, el viernes 2 de julio, a las 16, el imputado la recibió junto a otra paciente, una mujer de 60 años. A ambas les dijo que iba a ser “una sesión distinta, y que no sabía si iba a seguir trabajando como psicólogo”.
La señora mayor decidió retirarse y el psicólogo quedó solo con la víctima. “Le dijo que era una esponja, que era inteligente y le propuso ver un video referido a la numerología y reencarnación, y le pidió que lo acompañara a la habitación, donde tenía el televisor”, indicaron fuentes del caso.
Ella decidió acompañarlo, se sentó y el imputado se fue a la cocina. Desde Fiscalía indicaron que cuando regresó, la situación ya no era la misma: el psicólogo tenía puesta una bata y sostenía una copa de vino. Y le dijo a la paciente que estaba muy ansiosa y le dio una pastilla. La mujer dijo que a partir de ese momento comenzó a ver todo borroso y se adormeció.
Cuando se despertó, el profesional estaba abusando de ella y pese a que quiso sacárselo de encima, recibió a cambio golpes en la cabeza. Al día siguiente, la víctima se despertó y le dijo que se tenía que ir, pero el imputado le dijo que no, que debía desayunar con él hasta que alrededor de las 11 logró escapar a partir de un llamado que realizó su empleador para que se presentara en el trabajo.
Para Rajmil, esa versión tiene grises que tratan de esclarecerse con elementos objetivos volcados a la causa, a cargo de la fiscal Carla Cerliani, de la Unidad de Delitos Sexuales del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
“Lo imputaron el 7 de julio y le dictaron la prisión preventiva por 60 días. Mi cliente admitió que existieron relaciones sexuales, pero consentidas. El resultado de algunas medidas desdibuja el relato de la denunciante. Esto no fue un abuso”, insistió el abogado y recordó el resultado de la evaluación psicológica a la que fue sometido su cliente por orden de la jueza Paula Alvarez.
“La pericia médica, de la que participaron psicólogos forenses, profesionales del Instituto Médico Legal (IML), de la Fiscalía y del Tribunal, determinó que mi cliente tiene trastornos de bipolaridad, por eso se ordenó que fuera alojado en el Agudo Avila, y de allí se lo trasladó a una clínica privada porque tiene obra social”, describió el profesional.
Además, para refutar un aparente golpe que habría denunciado la víctima al momento de ser abusada, Rajmil citó que el informe médico forense “no constató que hubiera sufrido lesiones. A eso se debe sumar que los exámenes toxicológicos también dieron negativo, lo cual demuestra que no fue drogada como contó la mujer y desvirtúan la versión inicial”, explicó el defensor.
Para el penalista, los trastornos mentales que padece el psicólogo “no lo ubican como una persona violenta, y mucho menos como un abusador. Estos pacientes no mienten, más bien tienen delirios amorosos. De hecho, cuando convocó a las mujeres les dijo que no iba a ser más su psicólogo, que se iba a dedicar al arte, ya que había sido elegido para el reality La Voz de Inglaterra. Es una persona que tuvo otros brotes y estuvo medicado en 2009 y 2017, pero dejó la terapia”, justificó.
El abogado remarcó que se está colectando toda esa información, además de testimonios de vecinos, para volcarla al legajo y presentarla al momento de la junta médica especial prevista para el 8 de septiembre, un día después de que se cumpla la prisión preventiva efectiva del profesional imputado del abuso.
“El pudo haber actuado con condicionantes patológicos de su conciencia, pero descartamos y consideramos que no hubo características de un abuso sexual, el imputado no tiene las características para cometer ese tipo de hechos”, dijo Rajmil. No obstante, y tras la grave denuncia, la fiscal Cerliani lo imputó por los hechos acaecidos durante el viernes 2 y el sábado 3 de julio en el consultorio: abuso sexual con acceso carnal cometido en calidad de autor y consumado.
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