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La noche que Johan Cruyff jugó su único partido en Argentina y Dante Mircoli lo sacó de la cancha con un patadón

A 49 años del partido Independiente-Ajax por la Copa Intercontinental, “El Tano” recuerda la fama que supo aprovechar. “Cuando se levantó y vi que era Cruyff, pensé ‘qué c….a hice acá’”, confesó. Y graficó: "Es como si hoy le pegara a Messi”

Un golazo de emboquillada en apenas 6 minutos. Una durísima patada. Un cigarrillo en el banco de suplentes para apaciguar la rabia. Una historia que fue creciendo de boca en boca hasta transformarse en mito. Hace 49 años, Johan Cruyff jugaba su único partido en la Argentina. Fue el 6 de septiembre de 1972, ante Independiente, en la ida de la final de la Copa Intercontinental. Y se fue lesionado.

El holandés tenía 25 años y no había mucha información sobre él en el país. Todos sabían que era bueno, no mucho más. Marcó el 1 a 0 en una ráfaga, al definir por arriba de Miguel Angel Santoro y a los pocos minutos no pudo seguir jugando por una feroz infracción de Dante Mircoli.

“Es como si hoy le pegara a Messi”, le dijo Dante “Tano” Mircoli PRIMERA PLANA, al rememorar aquel encuentro con lujo de detalles para revivir una noche copera que quedó grabada por siempre en su memoria y en la de todos los futboleros.

“Conocíamos a los equipos españoles o italianos, ¿Pero un equipo holandés? Nadie sabía bien quiénes eran”, explicó Mírcoli desde su casa en Wilde. “Nosotros no sabíamos de ellos. No conocíamos nada. Sabíamos que le habían ganado al Inter y ahí se empezó a hablar de Ajax, agregó.

A Cruyff le alcanzaron 6 minutos de juego para poner sobre la mesa sus credenciales escapando en soledad y picando la pelota ante la salida de Miguel Ángel “Pepé” Santoro para el gol. Pero sólo duraría 20 minutos más en cancha: “Le estoy por dar la pelota a Pepé… Me doy vuelta, agarro la pelota y cuando giro para dársela veo una camiseta blanca que me pasa a toda velocidad y me lleva la pelota. ¡Fium! Se me iba al arco. Entonces le tiro, y cuando le tiro le pego por la zona del muslo. Cuando cae, cae contra la chapa. Yo no lo había visto, ni sabía quién era. Cuando se levantó y vi que era Cruyff , pensé ‘qué c….a hice acá’. Pero ni me amonestaron. En esa época no eran de sacar muchas tarjetas, pero si le pegabas al mejor de ellos”.

A los 23 minutos, la Doble Visera entera se unió en un “¡Uh!” espontáneo. Cruyff, el mejor de “ellos”, ese flaco alto habilidoso que marcaba la diferencia, estaba tirado en el piso y no podía levantarse. “El Tano” le había dado un patadón fuerte. El holandés no pudo seguir y a los 2 minutos salió. Se sentó en el banco y encendió un cigarrillo para calmar la bronca.

“Cuando se levantó salió lesionado que le dolía el tobillo. Yo te digo: Lo hizo a propósito. No quería jugar”, señaló Mircoli.

“Todo el mundo hablaba de Cruyff y ya decían que no quería venir a jugar a la Argentina. El no vino a jugar el Mundial ‘78 porque a los argentinos no los podía ni ver”, recordó el pergaminense a PRIMERA PLANA.

Aquella acción fortuita entró en un espacio mitológico. La escena se relató de boca en boca porque además no existen imágenes disponibles del momento.

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