En el marco del proyecto de relocalización de familias en situación de riesgo urbano medioambiental que recibieron sus viviendas a través del acuerdo del Municipio con la ONG Techo, estuvieron en Pergamino representantes de la organización, quienes mantuvieron una reunión con funcionarios del área local de Tierra y Viviendas para llevar adelante una evaluación del proyecto que se ejecutó hace unos meses en un sector del barrio Jorge Newbery. A principios de 2017 las autoridades municipales habían asegurado la reubicación con un grupo de vecinos residentes en el asentamiento situado a la vera de las vías del Ferrocarril Belgrano, entre avenida Drago y Magnani.
De acuerdo a lo que explicaron, “es un protocolo que ellos tienen para ver la situación en la que están las personas que se mudaron y con relación a esto hicieron una serie de entrevistas con las familias que se mudaron a estas construcciones que Techo monitoreó”, señaló Juan Manuel Batallánez, titular de esta área de la Municipalidad.
La dificultad de acceso a los servicios básicos de infraestructura y la recurrencia de inundaciones de la depresión donde se hallaban emplazadas las viviendas precarias ponían en continuo riesgo a las familias; “hablamos sobre varios temas, en primer lugar hubo un encuentro entre el equipo de nuestra Secretaría, con la participación de la asistente social inclusive, y los referentes de la ONG Techo que contaron en este caso con el ingeniero Virgilio Gregorini, que es el director ejecutivo en la Argentina”, dijo el funcionario.
- ¿Cuáles fueron los temas abordados durante la reunión y los objetivos trazados a partir del encuentro?
- Le mostramos el cuadro de situación y lo que nos había movilizado a llevar a cabo el acuerdo con Techo, también hablamos sobre los orígenes del proyecto para la ciudad y las charlas que habíamos tenido con los vecinos dado que desde un primer momento se trató de llegar con medidas paliativas para mejorar la calidad de vida.
En este sentido abordamos cuestiones positivas y negativas en torno al proyecto ya que la idea es avanzar con los acuerdos que se puedan seguir suscribiendo con esta sociedad civil para acompañar las necesidades de la gente.
- ¿Puede haber entonces un nuevo proyecto similar al que se hizo en Jorge Newbery?
- Las reuniones de este tipo se logran con estos objetivos para ir afianzando el trabajo en otros sectores de Pergamino; hablamos sobre distintos temas para optimizar las acciones conjuntas. Por tal motivo después de la reunión en el Municipio, fuimos a los terrenos en donde están los módulos habitacionales y les presentamos a las familias que están viviendo allí. A partir de eso se hicieron encuentros privados entre los representantes de Techo y las personas que fueron relocalizadas, sin intervención de la Municipalidad.
- ¿Qué balance final hacen?
- Nos dieron a conocer distintos temas que se hablaron con las familias, las fallas que quizás son más notorias y en general la mayoría mostró su reconocimiento sobre que ahora están mejor, sin dejar de lado las fallas que tenemos.
Los títulos de propiedad de la tierra que tienen, los servicios de agua y cloacas, un medidor de energía eléctrica con una bajada correcta y la posibilidad de no inundarse en tiempos de intensas lluvias, son los puntos más destacados a la hora de mostrar lo bueno del cambio que se hizo para estos vecinos.
El convenio con Techo
En el análisis de alternativas para la construcción de las viviendas se resolvió encarar el proyecto en conjunto con la Organización de la Sociedad Civil Techo, que es una entidad reconocida por su trabajo en casi una veintena de países de América Latina y el Caribe.
“Desde hace treinta años se trabaja en la búsqueda de bajar la vulnerabilidad social y de lograr mayor igualdad. A partir del contacto entre el Municipio y la organización desde hace un tiempo se había planificado una acción conjunta y con involucramiento comunitario para conseguir un resultado duradero en el tiempo y con potencial de progreso”, explicaron.
“Se resolvió entonces la construcción de 18 viviendas de emergencia de 18, 36 ó 54 metros cuadrados según la necesidad de la persona o el grupo familiar; en lugar de los módulos tradicionales de Techo se propuso un modelo de rediseño llamado ‘vivienda semilla’ que permite un desarrollo paulatino de la casa desde su concepción inicial acorde al crecimiento de la familia y a sus posibilidades de mejoramiento”, destacaron desde la organización social el día de la construcción en la zona de Jorge Newbery.
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