Marcela Sosa fue diagnosticada con linfoma de Hodking. Hace unas semanas, luego de muchas dudas, decidió cortarse el pelo y al llegar a su casa todos sus familiares varones la recibieron pelados y con un cartel que decía “Si estas en la guerra, no temas; tenés un ejército acompañándote”.
“Aguanté lo más que pude con el cabello, pero llegó el momento que ya no podía tenerlo más como lo tenía. Fuí a la peluquería y cuando llegue a mi casa tenía la sorpresa, que mi esposo, mi hijo, mi yerno, mi sobrino y mi cuñado se habían pelado”, relató Marcela.
En dialogo con PRIMERA PLANA, la mujer dijo “en octubre comienzo con mi lucha. Tengo linfoma de Hodgkin en el mediastino”.
Marcela padece un tipo de cáncer que se forma en el sistema linfático, que atenta contra el inmunitario, el cual protege el cuerpo contra infecciones y enfermedades.
“Me operaron del ganglio que se manifestó en la clavícula. Y dio que era malo. Estoy con tratamientos cada 15 días”, agregó.
Tanto la quimioterapia como la radioterapia son tratamientos muy invasivos para el cuerpo y que generan la caída del cabello. “Mi decisión fue porque se me caía mucho el pelo. Tenía muchas partes peladitas. El médico me decía ‘dale, hácelo, después crece’. Y todos me daban ánimo. Fue duro. No fue fácil. Me acompañó una de mis hermanas. Lloramos, pero mi peluquera me maquillo y la pasé bien. Ahora me cuesta aceptarlo. Y tengo ademanes y cosas que hacía cuando tenía el cabello”, reveló.
Cuando regresó de la peluquería, su hijo la recibió con un fuerte abrazo y en ese momento no percibió nada diferente. “De lo triste que estaba nunca me di cuenta de que él se había pelado y me lleva al living. Y ahí estaban con un cartel y un tema divino. Lloramos todos juntos. Fue tan fuerte que te lo cuento y lloro”.
Marcela Sosa también figuró con una sonrisa el recibimiento de un grupo de amigas que, en señal de apoyo, se pusieron pañuelos cubriendo su pelo.
Con pudor de olvidarse de mucha gente que le hace el “aguante”, mencionó a “Guillermina, Juanse, mis hijos; Sebastián, mi esposo; Ariel, mi yerno; Benjamín, mi sobrino; Fernando, mi cuñado; Matías, mi hermano; espero no olvidarme de nadie. Y no quiero dejar de nombrar a quienes me acompañan en todos esto: José Fernández Bourdain, mi médico y al doctor Gustavo y Francisco Crivelli, que me operaron. Agradezco a la familia, amigos, conocidos, que están en éste transitar. Y al pilar más importante, que es mi esposo y al ángel más bello que me cuida desde el cielo que hace 6 meses que falleció: Mi papá”, finalizó.
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