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Le robaron su bicicleta mientras rescataba a un gato y le donaron una

Una mujer abocada a salvar y proteger animales fue a ayudar a una veterinaria y en cuestión de minutos se llevaron su único medio de movilidad. La profesional difundió el hecho en las redes sociales y muchas personas se solidarizaron para que vuelva a tener su rodado

Las personas comprometidas con el cuidado animal ponen su tiempo y su energía a disposición de estos seres de forma desinteresada, más allá de aspectos materiales u otros impedimentos.

En Pergamino, decenas de personas trabajan voluntariamente para rescatar, cuidar y mimar animales sin hogar o con alguna lesión o patología. Entre ellas, está Liliana Moreno, una mujer reconocida por su compromiso a la hora de ayudar y salvar a perros y gatos.

Cuando se trata de felinos, principalmente, Liliana se movilizó a cualquier hora, sin importar las condiciones climáticas, para garantizar su bienestar.  

Así ocurrió el domingo, cuando, a pesar de la lluvia, la mujer acudió en su bicicleta a la veterinaria de Analía Zarsavilla.

“Siendo un domingo y lloviendo, salí a ayudar a la veterinaria por una urgencia con un animalito ya que ella se encontraba sola. Debo reconocer que fue un descuido mío dejar unos minutos la ‘bici’ sin atar por estar enfocada en otras cosas de prioridad como lo es la vida de un ser vivo, en comparación con lo material”, dijo Liliana a PRIMERA PLANA.

Pasado un rato, a pesar de ser un vehículo viejo, alguien se lo robo, dejando a la mujer sin su único medio de transporte. “Es un bien necesario para mi así que cuando vi que ya no estaba donde la había dejado sentí desconcierto, bronca y después tristeza y resignación, porque no es la primera vez que me pasa algo así”, describió.

Ante el desanimo propio de la situación, la veterinaria decidió publicar en las redes sociales lo ocurrido, expresando su indignación por la injusticia sufrida por una mujer solidaria.

En cuestión de minutos, la empatía pergaminense tomó protagonismo luego de un mal trago, ya que Liliana contó que “casi inmediatamente, muchos corazones generosos me ayudaron a tener nuevamente una bicicleta ese mismo día.

“Me la donaron un par de personas que la tenían para uso propio, cosa q para mi tuvo más valor que una nueva. Lo hicieron de manera desinteresada y con gran corazón”, remarcó la mujer, quien completo diciendo que “muchas otras personas me ofrecieron la misma ayuda, así que agradezco inmensamente el gesto de solidaridad pergaminense”.

 

Una labor desinteresada

Liliana Moreno expresó que su trabajo voluntario a la hora de ayudar otros seres es una actividad que “me llena de gran satisfacción y me ha traído momentos de verdadera alegría con cada vida salvada, así como también inmensa tristeza cuando no hemos podido llegar a tiempo.

“Falta mucha educación sobre el cuidado, la responsabilidad y la empatía hacia los animales. Hay seres que sufren en silencio por el abandono y la desidia del ser humano”, señaló.  

Por eso, la rescatista hizo énfasis en que “no debemos mirar hacia otro lado cuando veamos algún animal herido o abandonado. Ayudar a salvar esa vida es una gran satisfacción y es importante enseñarlo desde la niñez”.

Aspirando a construir una sociedad más comprometida y compasiva con otros seres vivos, Liliana destacó que “los animales son seres vulnerables que no tienen voz  para pedir ayuda, aunque sí son transmisores de amor y fidelidad sin barreras”.

En esta línea, concluyó expresando que “mi bicicleta robada ya es parte del pasado, porque prefiero seguir formando parte de una sociedad solidaria. Yo soy solo una más entre cientos de pergaminenses y argentinos y ojalá muchas más personas se sumen con el espíritu del cuidado animal”.

 

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