Aseguró que en el Hospital solo quedan 5 camas con más de mil infectados aislados, según el último parte oficial. Y también dijo que no se trata de una cuestión técnica ni económica, ya que lo que más hace falta es el recurso humano. No hay la suficiente cantidad de médicos y enfermeras terapistas.
Lunghi apuntó a los más jóvenes que no sufren consecuencias graves en términos de salud, pero contagian a los mayores."El 81% de los infectados son menores de 58 años, que no tiene problemas ellos pero hacen circular el virus y terminan enfermando a los mayores, que es donde tenemos la mayor cantidad de muertos: 36", explicó Lunghi.
"No hay vacunas ni remedio, ni se ha hecho nada mal. No es una cuestión de fases o semáforo. El problema es la responsabilidad individual. Tenemos que disminuir la circulación viral. Hay que salir a trabajar con todos los protocolos y volver rápido a casa; salir de recreación y volver rápido a casa. Si no, tendremos problemas serios".
Lunghi defendió el nuevo semáforo "naranja" que prácticamente no restringe ninguna actividad económica. Cree que "no se puede dejar de trabajar" al mismo tiempo que asegura que los contagios no se dan "en un comercio" sino en reuniones sociales, fiestas clandestinas y a partir de la falta de barbijo y distanciamiento.
"Estamos preocupados y con dificultades. El virus ha crecido mucho en la ciudad. Hay mucha falta de responsabilidad social, un relajamiento de la gente que sale sin barbijo y organiza reuniones sociales clandestinas. Decidimos ir a un rojo sin trabar la actividad económica, pero éste es solo un primer paso", advirtió el jefe comunal.
Más adelante, en la entrevista que le realizó Javier Levigna por Radio Tandil, diría que no "le temblará el pulso" para "cerrar todo", pero insistió en que ese no era el camino por la crisis económica que se atraviesa y podría llegar a profundizarse.
"No me va a temblar el pulso, pero vamos a entrar en un conflicto social. La gente no tiene plata para llegar a fin de mes. Además, no hay cantidad suficiente de inspectores y de policías. Tandil tiene 150 mil habitantes y no podemos controlarlos a todos, a todos los comercios y a todos los paseos", argumentó.
"Estoy un poco enojado porque la gente tiene que pensar en los mayores. No es una cuestión de camas o de plata. No hay médicos terapistas. No hay más enfermeros y enfermeras. Los pobres están cayendo por contagio. No es cuestión de plata, es cuestión de responsabilidad civil. Si se juntan en forma clandestina, tiran por la borda el esfuerzo de todos y ese esfuerzo debe ser valorado. Tandil es un pueblo bueno pero pido que reaccione".
"No seamos estúpidos, debemos cuidarnos", pidió. "Los más jóvenes están cansados, y eso yo no lo discuto, pero tiene que haber responsabilidad. Les pido por favor que salgan lo menos posible. Solo para trabajar porque la crisis es grave y no se puede seguir profundizando. Y cuando lo hagan, con barbijo y distancia social. Por favor", remarcó el jefe comunal.
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