Un par de fiestas clandestinas de la que participaron una gran cantidad de personas, pero en una particularmente cerca de 2 mil jóvenes, se realizó desde el sábado a la noche hasta la madrugada del domingo.
Además de violar el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional a raíz de la pandemia, en una de las fiestas insultaron a los efectivos policiales que se acercaron al lugar por el llamado de los vecinos.
La convocatoria más relevante tuvo lugar en el extremo oeste de la ciudad, en un predio de las inmediaciones de las calles Barbazán y Santa Inés.
Los vecinos denunciaron que intervinieron unas 2 mil personas, en lo que habría sido la fiesta de egresados de la Escuela Normal Superior “Joaquín V. González”, organizada por los propios estudiantes. Inclusive trascendió que el costo de alquiler del predio fue de una suma cercana a los 100 mil pesos.
Ese evento no solo no contaba con la habilitación correspondiente sino que tampoco disponía de seguridad ni baños y superó ampliamente la capacidad de asistentes que pueden concurrir un evento aún al aire libre.
Otra de las fiestas clandestinas se dio otra vez en el Barrio Luis Sandrini, donde los vecinos ya realizaron numerosas denuncias y las autoridades municipales no respondden.
“Todos hemos sido chicos y hemos pasado por una edad determinada, pero es como que ya no se soporta más. No se puede hablar con el chico ” , dijo ofuscada una de las vecinas, cansada de los reclamos.
“Varios patrulleros se hicieron presentes, estaban en la puerta y el dueño de la casa salieron gritándoles, los insulto, les dijo de todo y la Policía se fue” , ver una mujer del barrio.
Algunos testigos del lugar expresaron a PRIMERA PLANA que "a la mañana el patrullero pasó nuevamente, le tocó la sirena y bajaron la música, pero cuando la Policía se fue, la volvieron a subir". Los vecinos dijeron que “la fiesta duró hasta pasadas las 8:00 de la mañana” .
Un frentista de Luis Sandrini dijo que “mientras él duerme, yo tengo que levantarme a trabajar. Tenemos que dormir de día porque de noche no podemos .
“Este vecino llego al barrio para c …… s la vida. En vez de pasar una vida tranquila, la estamos pasando mal. Nadie hace nada. En otros lados desarticulan las fiestas clandestinas; acá no pasa nada ” , se quejó.
Por su parte, un comerciante del Centro se sumó al reclamo de los vecinos destacando que "el Municipio es riguroso con los protocolos y los horarios con los que estamos en regla, habilitados y pagamos" , por lo que " deben ponerse los pantalones largos y Permitir abrir sin límite de horario para que la gente éste en lugares que cumplen con los protocolos y no en fiestas clandestinas sin control alguno o que se vayan a ciudades vecinas poniendo en riesgo su vida con accidentes en las rutas ".
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