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Otro municipio como Guernica: más de 15 días de acampe por un techo

Un grupo de familias acampa frente a la Municipalidad y visibiliza una fuerte problemática de Olavarría: la falta de acceso a un techo propio.

Aunque los medios nacionales se esfuerzan por circunscribir la problemática de las tomas y de la falta de acceso a la vivienda al Conurbano, en el interior de la Provincia están las mismas necesidades. En Olavarría, casi en el centro del mapa bonaerense, se levanta un acampe desde hace más de dos semanas, un reclamo desesperado con un destinatario: el Estado, en este caso municipal.

La protesta no tiene horizonte de solución. Piden una respuesta urgente para la necesidad habitacional de seis familias, pero detrás hay una profunda problemática de vivienda en el distrito comandado por Ezequiel Galli, del Pro. El lema de la Mesa de Emergencia es “Quedate en casa, ¿qué casa?”.

Desde el 24 de septiembre que se trata de visibilizar el reclamo. De mil maneras. Todas generaron repercusión. Hoy, con un acampe que lleva más de 15 días, las familias que piden una solución habitacional son cada vez más y con historias duras y adversas. La denominada “Mesa de Emergencia” en Olavarría encabeza la protesta y aclararon, de entrada, que hasta que no haya una solución “concreta” no se van a ir. En el medio, el complejo debate sobre la situación habitacional en la ciudad del cemento.

Sus historias son más duras que las de cualquier ciudadano que paga, como puede, un alquiler. Violencia de género, condiciones más que precarias, pocas respuestas, hacinamiento, e incluso la posibilidad, latente, de perder lo poco que se consigue a través de ayudas y donaciones.

Emma Márquez, una de las manifestantes que se mantiene desde el día 0, pertenece a estas seis familias. En resumen, hoy “alquilo una piecita, no tiene puertas, no tiene piso de cemento y ni siquiera tengo un baño”. Con un duro historial de violencia de género, viviendo de forma poco digna en varios barrios de la ciudad, terminó en ese lugar, corolario de una difícil situación social y económica en Olavarría.

Incluso, en relatos que se escuchan a diario en las carpas ubicadas en el Paseo Jesús Mendía, sobre la puerta de la Municipalidad, ella admitió que se contagió sarna en el lugar donde vive, su hogar. “La mujer a la que le alquilo junta cartón, y cuando llueve eso se llena de ratas, además de que pierdo lo que tengo” dijo.

La historia comenzó casi un mes atrás, cuando se conoció públicamente que una mujer embarazada junto a sus hijos “ocuparon” un galpón abandonado de una escuela, la Técnica N° 2, para pasar los días allí. Las condiciones, claro está, no distan mucho de las descriptas por Márquez anteriormente.

La Mesa de Emergencia (que se posicionó como referencia en materia social en Olavarría) colaboró con bolsones de comida y algunos elementos de higiene, pero “no podía hacer más”. Esto llevó a conocer al menos otros cinco casos de déficit habitacional “extremo” que no tenían una respuesta clara. Se indicó, incluso, que se ofrecía alquiler en un “refugio” que las familias preferían quedarse donde estaban antes de ir allí.

El reclamo escaló en dureza y terminó en las mismas puertas del Municipio. “Nadie nos vino a ver, ningún partido político” indicó Martín Roldán, referente de la Mesa de Emergencia.

El lugar fue creciendo: de una carpa pasaron a tres, sumado a otras familias que se fueron sumando el lugar ya es más que visible en la ciudad. Una postal de la crisis económica que atraviesa el distrito encabezado por Ezequiel Galli que ya lleva, al menos, dos años. Al intendente le reclaman más cuestiones: una de las banderas refiere a “los 350 millones”, señala el déficit presupuestario que mostró Olavarría en el último año, campaña electoral mediante.

La Municipalidad intentó con respuestas que para la Mesa de Emergencia fueron “insuficientes”. Primero con los alquileres anteriormente mencionados, luego, una promesa de respuesta si levantaban el acampe (hecho que sucedió pero no hubo una respuesta y volvieron) y finalmente se prometió acompañar con materiales para la construcción para las casas que actualmente están levantadas. La postura de las familias es firme: hasta que no vean los materiales en sus casas, no se van a ir del lugar.

En el acampe, mientras tanto, aparecen otros sectores como la cultura independiente, incluso sectores políticos como el Partido Obrero para darle más volumen a la situación, potenciada por la pandemia. Se presentaron artistas, se realizaron capacitaciones sobre la Ley de Hábitat, se proyectaron películas y se llevaron adelante jornadas de pintadas. También reciben donaciones y tratan de subsistir en el lugar.

La organización es clave: Roldán explicó que hay grupos que cocinan, limpian, se encargan de la cuestión sanitaria e incluso grupos que trabajan el denominado “almacén”, donde guardan las donaciones que llegan de los vecinos. “No nos vamos a ir hasta que no haya respuesta de los seis casos”.

Roldán, quien mantuvo una conversación con INFOCIELO, señaló que la dilatación del conflicto solo agudiza la situación habitacional: “pusimos la problemática sobre la superficie, pero a medida que pasan los días, vemos que hay gente con órdenes de desalojo a punto de ejecutarse, sumado a aumentos de alquileres que generan preocupación porque no se pueden pagar. Todos vienen acá a acompañar el reclamo pero a pedir también respuestas porque están desesperados”.

La Mesa de Emergencia pide la aplicación de la Ley de Hábitat: “hay vecinos que están dispuestos a pagar el terreno, a pagar los materiales, pero necesitamos créditos o microcréditos accesibles, entendiendo el contexto. Si nos dan el terreno estamos en la misma, ¿qué construimos? Hay personas que pueden pagar hasta cinco mil pesos de alquiler, pero con eso no hacés nada”.

En las últimas horas, volvieron a presentar una carta para dialogar directamente con el jefe comunal Ezequiel Galli: “hay funcionarios que nos dicen que se quieren reunir, ponen condiciones, las aceptamos, luego vuelven a cambiar las condiciones, nos cansamos de esperar y que nos den vueltas. Queremos dialogar respetuosamente con el Intendente, que entienda nuestra necesidad y que actúe, tiene las herramientas”.

Hasta tanto, el acampe no se va a mover. “Es más, vamos a traer otra carpa más, tenemos organización y queremos que haya una respuesta concreta. Hemos recibido respuestas, pero por ahora quedan en las palabras, queremos que lo que nos dicen se concrete fehacientemente con los hechos”.

Y más allá de la solución parcial para estas seis familias, el horizonte es complejo: “esto va a empeorar, queremos ver y que haya una política seria en materia de vivienda, porque el acampe va a aparecer una vez por mes si no se soluciona” dijo Roldán.

Con información de Infocielo

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