YPF, Puma y Shell aumentaron sus precios de nafta y gasoil en un 1,2 por ciento, promediando así una suba del 12 por ciento en lo que va del año. Y recién van dos meses de 2021.
Por su parte, el precio del Gas Natural Comprimido (GNC) se mantiene desde los tiempos de las cuarentena más estricta en 35 pesos, y está acordado que hasta abril que no se realicen aumentos. De esta forma, la brecha de valores alcanza al menos un 60-66 por ciento.
“Antes se decía que el GNC era para los autos viejos, hoy no. Últimamente se están convirtiendo autos 0KM”, explicaron desde Marcelo GNC a PRIMERA PLANA.
Además de los mecánicos que trabajan en los talleres, los playeros de las estaciones de servicio coinciden en lo mismo. Estos, como un trabajador de Puma, de Avenida Alsina, notan que se realizan más pago con tarjetas en lugar de hacerlo efectivo: “Lo común antes era el efectivo”, y que creció el pago mediante apps con el celular, como el caso del playero de Intergas, de Ruta Nacional Nº 8.
El encargado de este último negocio, que desde hace 4 años trabaja frente a las concesionarias del Cruce de Caminos, dijo al respecto de su zona de trabajo: “Vienen modelos 0KM de la Fiat con equipos de GNC a cargar”.
La brecha entre naftas y diésel sobre GNC está tomando cada vez más notoriedad al formarse convenios como el que la semana que viene empezará a entrar en vigencia entre Toyota y el taller de Marcelo para colocar los equipos de gas de Quinta Generación en vehículos de la línea Etios.
De todas formas, no todos perciben esa demanda y crecimiento, como sucedió con los trabajadores de la Estación Azul Gas y de la Estación de bandera blanca que está sobre Pico, entre España y las vías.
En los talleres de Ugarte GNC y Bergolo, se suelen cambiar uno ó dos autos por día, de lunes a sábado, mientras que en OYRSA, sobre Avenida Paraguay, tres a la semana.
La nafta sigue siendo la líder en los autos de Argentina debido a, por ejemplo, recorrer mayores distancias sin necesidad de recargar y se siente en el andar del vehículo. Pero el panorama puede cambiar.
Los autos GNC que se convirtieron en los últimos tiempos, la mayoría de ellos modelos 2006 para acá en el tiempo, y los que se están por convertir, tendrán menor impacto en el bolsillo de sus dueños y en la huella ecológica que deja. Pero sobre todo en el ahorro.
Las conversiones, que suelen ser por 70 mil pesos, o mediante los planes que los fomentan como el “pásalo a Gas”, amortiguan lo que se pagaría por la nafta o el diésel. Hoy mismo es que se puede percibir ese dinero.
En ese sentido, desde Marcelo GNC ejemplificaron que “1250 km ida y vuelta a la Costa en una camioneta 2.5 implicó un gasto de menos de 5 mil pesos, mientras que en una diésel fue de 13 mil pesosy una naftero 9 mil”. Además, señaló sobre el crecimiento que registra en su rubro: “En diciembre hubo mucha demanda porque al no haber transporte para las colonias de verano, con todas las Obleas vencidas y los autos estacionados de la pandemia, tuvieron que ponerse al día.
“En enero -siguió- que hubo un pesito de más, empezaron a convertirlos y a mantenerlo en condiciones para poder viajar; el que podía. Ahora en febrero, las demandas son las de maestras. Equipos de gas de acá, equipos de gas de allá…Tenemos turnos completos hasta el 10 de marzo. Para que una empresa empiece a largar los autos con Gas, es porque el mercado es muy grande y la demanda también. Hay alguien que los compra”.
Como suelen decir los actores del sector a PRIMERA PLANA, “no hay mejor publicidad para el GNC que los aumentos de las naftas”.
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