El proyecto fue creado por un grupo de pergaminenses conformado por cinco payamédicos (Natalia Sendra, Wanda Gómez, Adriana Mercuri, Rosana Olariaga, Susana Buchaga) y una psicopedagoga (Verónica Ferreira). Las seis mujeres presentaron el proyecto a la Secretaría de Salud, donde inmediatamente autorizaron la implementación de esta nueva terapia. “Creemos que es una buena idea para fomentar equinoterapia y más aún para los niños que necesitan hacer rehabilitación”, indicaron.
Payamédicos es una ONG de payasos de hospitales, que realizan actividades dentro de variados dispositivos utilizando la técnica del payaso teatral desde la mirada de payamédicos y poseen conocimientos de payamedicina.
Payamédicos, bajo el lema “Con amor se puede un mundo mejor” ha ido evolucionando y revolucionando distintos ámbitos con su trabajo, lo que llevó a los payamédicos a involucrarse en diferentes temáticas, creando nuevos dispositivos.
“Lo que proponemos es un dispositivo nuevo que estaría dentro de lo que conocemos como IACAS (Intervenciones Asistidas con Animales) y que anteriormente se las llamaba TACAS (Terapias Asistidas con Animales); en este caso, como la palabra lo sugiere, sería con caballos y con payamédicos, de ahí el nombre, “Payaballo”, explicaron.
En equinoterapia, los payamédicos realizan la actividad en el marco de un equipo terapéutico y con objetivos puntuales. Son tres payamédicos, un produciente (paciente), los terapeutas (quienes proponen el objetivo de ese día), un guía (quien se ocupa del equino exclusivamente) y un payaguante (quien acompaña a los payamédicos para hablar desde el real), ya que el payamédico es un personaje, como un dibujo animado que habla en la fantasía.
Están permanentemente en contacto con los psicopedagogos, psicólogos y kinesiólogos del lugar, para poder registrar lo que vaya mejorando en los producientes, lo que funcione, y lo que no, para poder modificarlo.
La actividad de intervención del Payaballo es ad honorem en la institución, en este caso elegida por su aporte a la inclusión y rehabilitación de discapacidad, como lo es el Centro Municipal de Equinoterapia ubicado en la Sociedad Rural de Pergamino.
“La idea es seguir aportando lo nuestro en la salud emocional, y seguir acompañando a la medicina tradicional. Somos un complemento y eso queremos seguir siendo. Payamédicos tiene una base científica que avala constantemente todo lo que se hace, por eso decimos siempre que más allá de las sonrisas, las alegrías, es un tema serio y así lo tomamos y lo llevamos a cabo”, sostuvieron las creadoras del proyecto en Pergamino.
Históricamente, los animales han formado parte de programas terapéuticos destinados a ayudar a las personas. En el siglo XVII se iniciaron en Europa ciertos proyectos (no como se conciben ahora) en los que el caballo era un compañero más en el tratamiento y rehabilitación de personas con alto grado de discapacidad física.
En 1966, el músico no vidente Erling Stördahl, fundó en Noruega el Centro Beitostölen para tratar a personas ciegas y con discapacidad física. En su institución, los perros y caballos intervinieron para animar a los pacientes a ejercitarse. Fue en 1953 cuando Jingles, el can del psiquiatra Boris M. Levinson, le mostró involuntariamente a su dueño el potencial que tenía como coterapeuta y quizás desde entonces comenzó a aplicarse de manera rigurosa y científica la terapia asistida con animales.
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