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Polémica: Ante el auge de robos, piden legalizar el uso de cercos eléctricos

La Legislatura debate un proyecto que propone regular ese tipo de alambrados, que ya son instalados por algunos vecinos ante la repetición de hechos delictivos.

En el marco de un recrudecimiento de hechos de inseguridad en Rosario, un proyecto presentado en la Legislatura promete despertar una fuerte polémica. Se trata de una iniciativa que propone legalizar los cercos electrificados para proteger viviendas particulares en la provincia de Santa Fe bajo el argumento de que, debido al incremento de los robos a la propiedad, es una práctica ya existente que es utilizada para desalentar los hechos delictivos, a través de la compra de kits por internet. Por eso, los diputados debatirán si es necesaria su regulación, que hoy es inexistente, ya que un proyecto que buscaba prohibirlos ingresado en 2015 por la exlegisladora Alicia Gutiérrez nunca fue tratado hasta que perdió estado parlamentario.

El cerco eléctrico es un dispositivo de seguridad conformado por un alambrado o conjunto de hilos metálicos por los cuales circula electricidad, destinado a propinar una descarga a quienes entren en contacto con él. También puede brindar la posibilidad de activar un sistema de alarmas, con o sin monitoreo. El diputado provincial Walter Ghione (Vida y Familia), autor del nuevo texto, sostuvo que los cercos de seguridad "no lastiman a personas ni mascotas", sino que "trabajan de manera disuasiva con muy bajo amperaje, en lo que se conoce como umbral de pánico, ocasionando sólo una sensación desagradable a quien intenta ingresar a robar o violar una propiedad privada trepando por los encima de los muros, sin causar heridas ni daño físico".

El documento sugiere que la altura mínima a la que debe estar emplazado el cerco sea de 2,20 metros, contados desde el nivel del suelo, y establece que el mismo tendrá que tener carteles de advertencia y no podrá sobresalir de los límites de la propiedad. También estipula que la instalación, reparación y mantenimiento sólo podrá realizarse por personal habilitado y tanto la instalación como el equipo deberán estar certificados por las normas internacionales de seguridad eléctrica. Por otra parte, prevé que la autoridad de aplicación será quien determine los materiales que pueden ser utilizados para la construcción de cercos y el voltaje de descarga permitido, entre otros puntos.

“En la actualidad, los vecinos ya están utilizando este sistema de defensa que se consigue comprando el kit en los portales de internet, y lo instalan sin ningún control del Estado y en muchas ocasiones directamente a la corriente de 220 voltios de la red, con el riesgo de causar la muerte que esto conlleva", alertó. El pastor evangélico asegura que en el mercado electrónico se pueden conseguir equipos completos de siete hilos para una distancia de 20 metros, donde además de la instalación se incluye batería de respaldo y alarmas mediante sirenas por 30 mil pesos. Ante esta situación, el legislador considera que debe reglamentarse su instalación y uso, "como un obstáculo o impedimento que imponga una resistencia normal, al que intente violar el derecho ajeno".

Respecto de los antecedentes, Ghione dijo que existen experiencias cercanas donde se aplica la regulación como en Brasil, Uruguay y Chile, que utilizan como protección los cercos perimetrales energizados. "Nadie puede desconocer que, ante la falta de seguridad y el crecimiento del delito en nuestra provincia, los vecinos optan por autoproteger su familia y su hogar instalando por ejemplo estos sistemas de disuasión. Se pretende legislar sobre una modalidad que ya existe y que se utiliza para proteger a las familias y los hogares de la delincuencia. La falta de normas que regulen su instalación y la necesidad de proteger la vida humana son motivos suficientes para avanzar en esta iniciativa”, finalizó.

En primera persona

En algunas zonas de Rosario están apareciendo vecinos que, cansados de los robos, buscan implementar cualquier alternativa que los desaliente, incluso la instalación de cercos eléctricos para proteger sus hogares. Tal es el caso de Edelma, una mujer mayor de la zona noroeste de la ciudad (Juan José Paso al 7100), que hace poco tiempo sufrió un violento asalto en su vivienda. Edelma contó angustiada la horrible situación que le tocó enfrentar cuando un día durante horas de la tarde, a pesar de tener las puertas de la propiedad cerradas con candados, aparecieron dentro de su casa dos delincuentes que la amordazaron y la tiraron al suelo mientras revolvían todo en busca de dinero o algo de valor.

A raíz del ataque, sus hermanos y sobrinos decidieron reforzar la seguridad del perímetro y colocar el sistema de cercos eléctricos en la casa. La señora remarcó que “todo lo que se implementó fue con el fin de lograr estar un poco más segura". "Ya me han pasado muchas cosas, pero la última vez me entraron a mi casa y me asusté mucho. Yo tampoco me siento segura teniendo esto, porque los malvivientes encuentran la forma de robar igual. Cada vez que te va pasando algo va cerrando un poco más por el miedo, pero seguro no hay nada", relató la abuela. "Les han robado a mis vecinos, tengo hermanos en Fisherton a los que le entraron, es una cosa terrible. Ellos también están pensando en poner un cerco. Antes teníamos miedo de noche, pero ahora roban a cualquier hora", agregó.

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