Se trata de un hombre de 69 años y su esposa de 68 quienes organizaban rituales de abusos contra los menores en noches en que los invitaban a dormir.
Para la fiscal Karina Póllice los dos abuelos tienen la misma responsabilidad en los abusos, a pesar que los cometía él, porque la mujer cuidaba que a su marido no lo molestara ningún otro nieto cuando cometía el abuso encerrado en una habitación.
Los testimonios de los menores en Cámara Gesell fueron contundentes sobre los abusos sufridos desde los 2 a los 11 años por uno de ellos.
Las descripciones son desgarradoras de lo que han tenido que padecer esos niños en la casa de sus abuelos.
La mujer habría colaborado en estos abusos porque de los mismos relatos surge como la abuela cuidaba que el hermano se quedara con ella cuando su marido estaba encerrado en el cuarto de los abusos con su víctima.
La perversión y la manipulación de las víctimas llevada a la máxima expresión por un hombre que no dudaba en pegarles con un cinturón para intimidarlos y someterlos y realizarle todo tipo de severas amenazas si contaban lo que ocurría.
Para cualquier niño la fecha de su cumpleaños es un día de la más alegre celebración; pero para estas víctimas no. Todo lo contrario. Los abuelos invitaban sólo al agasajado a su casa y cometían ese ritual de abuso en la habitación del hombre que estaba equipada con televisor y reproductor de DVD.
La indagatoria de la fiscal Póllice al matrimonio fue un viernes a la noche que para las víctimas de los abusos tiene una connotación negativa muy especial porque eran los días en que iban a dormir a la casa de los abuelos y sufrían los accesos sexuales del hombre.
Desde la Fiscalía 4 los acusan por los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterados agravados por el vínculo y corrupción de menores.
Los intereses legales de los integrantes del matrimonio de adultos mayores están a cargo de abogados de la Defensoría Oficial.
El miércoles a la noche la Policía de Investigaciones allanó la vivienda y detuvo a los dos integrantes del matrimonio. Además la Policía Científica hizo un relevamiento arquitectónico para establecer la disposición de los ambientes y su comparación con las descripciones de las víctimas.
También en el procedimiento incautaron elementos de interés como dispositivos electrónicos de reproducción audiovisual y discos tipo CD o DVD de almacenamiento de presunto contenido pornográfico; donde también podría existir pornografía infantil.
El rol de la abuela
A la esposa del hombre que cometía los abusos contra los niños le atribuyen el mismo grado de responsabilidad penal porque sin su intervención el marido no hubiera podido cometer los ataques sexuales.
Los nietos describen dos habitaciones: la de la abuela y la del abuelo. La de él tenía televisor y podían ver "dibujitos" y la de ella carecía de dispositivos de electrónicos.
Ella se quedaba durmiendo con quien en esa noche no iba a ser víctima de los ataques sexuales de su esposo.
Hasta tal punto cuidaba que nadie acudiera a la pieza donde el hombre estaba encerrado con llave, que si en medio de la noche el niño que estaba con ella tenía que ir al baño: lo acompañaba para que no concurriera al otro cuarto.
En los momentos en que el hombre se encontraba con algún nieto la mujer cuidaba que no se acercara otro niño.
Así la mujer atraviesa el mismo grado de imputación penal y debe responder por las acusaciones que sus nietos ya adelantaron como prueba del juicio oral a través del dispositivo de Cámara Gesell.
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