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Qué dicen y qué piensan los pergaminenses que viven en las zonas del mundo más comprometidas por el brote del Coronavirus

PRIMERA PLANA relevó la situación mundial a través de la mirada de personas de nuestra ciudad, que residen en los lugares más afectados por la pandemia

No ha pasado demasiado tiempo. El 10 de diciembre de 2019 el coronavirus era la nada misma, dos meses después está a punto de ser la nueva pandemia que desde la lejana y populosa China se esparce por el planeta tierra a gran velocidad mientras muchos temen y otros descreen de su letalidad.

Lo concreto es que la misma Organización Mundial de la Salud que declaró como “pandemia” a la enfermedad, el último jueves debió salir públicamente a decir que la alerta ahora era por una “infodemia” a causa de la falta de información confiable publicada por los medios de comunicación durante la aparición del brote. La situación fue tan atípica que la propia OMS debió emitir un comunicado aclaratorio de cuestiones que de tan obvias parecen un chiste.

En el libro Almas Muertas de Nikolái Gógol se expresa “El pánico es más contagioso que la peste y se comunica en un instante”; si no fuera por el tiempo y la distancia diríamos que estamos hablando de un pensamiento de estos días, pero no, el escritor ruso publicó aquello en 1842.

Todos juegan al gato y al ratón mientras tanto el coronavirus COVID-19 se presentó en más de 40 países, ha contagiado en más de 82.000 personas y se han registrado más de  2.800 muertes, mientras los números cambian tan rápidamente que el Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistema de la Universidad Jhon Hopkins creó un contador en tiempo real, que seguramente actualizará lo antes descripto.

No obstante ello, China seguirá siendo el de las cifras más alarmantes, pero la situación de Irán, Corea del Sur y la entrada a Europa vía Italia, como su llegada a Sudamérica vía Brasil y México, ha causado un gran revuelo donde lo único que no abunda es información verídica en cuanto a las previsiones como así también a los estudios, tratamientos y procedimientos necesarios para no perder la vida en el intento de subsistir al brote.

Mientras tanto, el pasado lunes la empresa estadounidense Moderna (MRNA) anunciaba que ya había superado ensayos de laboratorio y que tenía listo para probar en humanos una vacuna que controle al virus surgido en la ciudad China de Wuhan, algo parecido había anticipado ya la gigantesca Johnson&Johnson.

Argentina y Pergamino

Nuestra ciudad estuvo a punto de hacer historia, pero no fue más que una falsa alarma. El 31 de enero corría como la peste misma el rumor que indicaba que en el hospital Interzonal de Agudos San José, había llegado una mujer de nacionalidad China con síntomas vinculantes con el virus. Ella había llegado del lejano país diez días antes, eso desató las alarmas y una especie de caos que transformó a la ciudad en centro de las miradas del mundo. El 4 de febrero el caso fue descartado y así como Pergamino fue punta de lanza, otras sospechas se fueron exponiendo sin demasiada seriedad hasta que Maureen Birminghan, representante de la OMS en nuestro país se refirió al tema y llevó cierta tranquilidad al asegurar que el brote podía contenerse con “medidas clásicas de salud pública” y además aportó un dato importante al decir que desde el 9 de febrero la incidencia del virus en China había comenzado a bajar. El alivio duró justamente un suspiro, pues las noticias de la expansión del virus y el tremendismo tuvieron más peso.

Desde hace dos meses el pergaminense Gabriel Farías está en Hong Kong, China, la zona caliente, el país en el que se inició todo, donde los habitantes usan barbijo durante todo el año y desde hace años ya que tienen experiencias de otros virus de rápida difusión, según él mismo comentó en diálogo con el programa Pan&Circo que se emite por RADiO MAS (FM 106.7), días pasados: “La gente lo toma de otra manera, existe miedo pero cuentan con infraestructura médica y la gente tiene claro qué es lo que hay que hacer”, aseguró Gabriel quien además desarrolló que su familia se encontraba en Madrid y ante la ola de información apocalíptica surgida en Europa preferiría que estuvieran en China junto a él.

Desde Lumezzane, Brescia, zona de Lombardía el reconocido basquetbolista pergaminense Martín Gandoy, contó a PRIMERA PLANA que vive de cerca cada suceso ya que “Estoy cerquita del lugar en el que hace 10 días explotó la bomba, estalló el Coronavirus se murieron 11 personas en muy poco tiempo. Todos mayores de edad, nos dicen que es una gripe fuerte y te dicen que a los jóvenes no les agarra y que si estás fuerte la podés pasar”. Más allá de ese optimismo, Gandoy reconoció que en el norte de Italia se vive el tema un tanto más caóticamente “Los supermercados no tiene stock porque la gente se llevó de todo lo que pudo. Eso es porque si vos te sentís mal tenés que llamar a un número específico entonces en lugar de asistir a un centro de salud te envían médicos a tu domicilio, te revisan y si tenés la enfermedad quedás ahí mismo en cuarentena, no podés salir de tu casa”.

Además ha confirmado que el día a día sí se vio drásticamente modificado, “mi torneo de básquet se suspendió, no podemos ni siquiera entrenar, está prohibido todo aquello que signifique grupos de gente, es más los partidos de Serie A de fútbol debieron suspenderse en la zona, imagínate”.                                         

Martín contó que su novia, Candelaria Thome, llegó a Italia hace unos 20 días y al arribar al aeropuerto de Milano le hicieron controles en lengua y ojos, “está todo conmocionado, están tratando de apartar a los infectados y que no se expanda, aunque día a día escuchamos otra cosa. La gente sale, generalmente con barbijos. Y son medio racistas aquí, así que imaginate como se ha potenciado todo con esta situación. Si ven algún oriental sin barbijo capaz que se van a las piñas”. La situación es claramente impactante según las palabras del propio Gandoy “Parece The Walking Dead, la gente se pone histérica creo que por los medios y las redes más que por lo que está pasando en sí, veremos cómo se suceden las cosas de aquí en más. Aquí ayer comenzó la escasez de algunos elementos, pero todavía, por ser un pueblo alejado de las grandes ciudades, estamos bien”.

Ramiro Selak es otro pergaminense que se encuentra en Italia, más específicamente en Varese dentro de la región de Lombardía y muy cerca de Lodi que es la ciudad en la que se han dado casos de muertes por coronavirus.                 

“Aquí las clases y los eventos están suspendidos hasta el 8 de marzo; Lodi esta todo cerrado, algunos están alarmados han ido a los supermercados hacer compras por precaución, vaciaron las góndolas y otros la toman con un poco más de calma. Si bien aquí no se dieron casos uno percibe que hay menos gente en la calle, se ve gente que sale a trabajar y la realidad es que barbijos y alcohol en gel están totalmente agotados. Está claro que el virus nos ha tomado de sorpresa pero debo destacar que actuaron rápido y con eficiencia para evitar una propagación aún mayor”. Todo ese panorama explicado por quienes están en la zona más caliente de Italia tiene su confirmación en las palabras de Gisel Giménez quien desde hace varios años vive en Venecia donde desarrolla un emprendimiento de venta de las clásicas máscaras venecianas. Sin ocultar el malestar, Gisel contó que “acá falleció un señor mayor y se desató el pánico absoluto, un anciano con el sistema inmunitario súper débil que hasta una gripe común lo puede matar”.

La pergaminense comentó cómo se vivió la suspensión del Carnaval, un evento fundamental para la subsistencia de quienes habitan la ciudad: “Se suspendió dos días antes del final, ya no era un carnaval lindo, la gente dejó de venir a Venecia después del agua alta del 12 de noviembre. La gente pensó que aún estábamos nadando y eso provocó que tampoco llegara turismo en Navidad ni en Año Nuevo. Vencia se está reconstruyendo, estamos con importantes pérdidas económicas ya que el Estado no se ha hecho cargo de nada de lo que nos sucedió y encima la gente no llega. Aquí vivimos del turismo exclusivamente, esperábamos el carnaval pero eso realmente no pasó no vino gente a quedarse a comer, ni a dormir, ni a comprar productos de calidad; así estábamos padeciendo un carnaval súper pobre, justo cuando estalla el coronavirus y ahí la gente se fue en masa. Venecia se vació literalmente.  Quedó sólo la gente de viaje, no los turistas, la gente que viaja entiende lo que pasa yo creo lo mismo que ellos que aquí estamos ante un tremendismo injustificado. Pero bueno, la gente de aquí mismo ha vaciado los supermercados entonces uno ve una ignorancia absurda y lo único que hacen es afectar de modo negativo a Venecia que vive históricamente del comercio”.

En cuanto al Coronavirus, Gisel comentó que sí es verdad que hay gente enferma, y que también están los testimonios de quienes pudieron recuperarse, pero así y todo el caos se apoderó de la ciudad. “El sistema de salud italiano está preparado para sobrellevar esta enfermedad, con lo que no puede es con la cantidad de gente. Si la masa se enferma no somos como los chinos que construyeron un hospital en 10 días, acá colapsaría todo y ese es el miedo. Pero se genera mucho pánico sobre todo por los medios, creo que son desmedidos. Hace unos días la RAI mandó al aire una supuesta entrevista en la Piazza San Marco y al mismo tiempo en Facebook una veneciana hizo un video contando que todo eso estaba acordado previamente y que era actuado, no real. Eso no suma nada, el mensaje es que estamos en The Walking Dead y eso no es así, Venecia está recontra tranquila más allá de que sí hay enfermos. Están creando una gran alarma que no hace más que meter a la gente en las casas y crear un pánico total. Para que se den una idea, la gente dejó de comer comida china, es todo una locura el nivel de desinformación es impresionante y de la idiotez ni te cuento, perdón la crudeza”, comentó al tiempo que también informó que quienes tienen empleos estatales están sin actividad pero los privados han abierto las puertas de sus negocios. “Los chicos sin colegio, los estatales sin cumplir sus funciones, la economía del Véneto está totalmente parada, ¡basta de coronavirus, estamos todos bien!” dijo con dolor e impotencia por la situación.

En la Madre Patria

Florencia Vallejo llegó a España hace unos días nada más junto a su familia y ha encontrado un panorama de preocupación pues poseen un blog de viajes, es decir la actividad turística es de relevancia “para nosotros es un problema porque caen reservas y por ende nuestras ventas. Que se expanda nos toca de cerca porque es nuestra fuente de ingresos, no directa porque no vendemos viajes o tours como tal, pero sí indirectamente dado que escribimos sobre viajes y recomendamos lugares que si la gente viaja nos significa ganancia. Más allá de ello en España están apareciendo los primeros casos y eso da cierta calma aún, distinto es en el norte de Italia donde se percibe que se vive de manera más agitada”.

También en España, más precisamente en Barcelona, se encuentra Gabriela Ludueña, ella hace más de 20 años vive en Europa. Asegura que lo que se está viviendo era previsible “Ya sabía que nos estaba pisando los talones cuando llegó a Italia, nos la veíamos venir, es complicado por la situación geográfica. Pero como aquí son poquitos casos, España aún está tranquilita, en unos días veremos. Si las temperaturas nos ayudan y vienen olas de calor tendremos un alivio”, como en los casos anteriores, Gabriela aseguró a PRIMERA PLANA que “¡Las mascarillas volaron! Estaban a 60 céntimos y ayer las vendían a 5 euros, pero además nadie las quiere vender porque como que esto se ponga caliente las van a poner al precio que les dé la gana, algo tenemos en común los de aquí con Argentina”.

Si bien el panorama es extraño, la pergaminense sostiene optimismo ante la situación general “Me da gracia, aquí no va a pasar nada, eso espero. Y si pasa andaremos por el metro y demás con mascarillas. El gobierno no ha tomado ninguna medida drástica aún, sí ha pedido que no se viaje a los puntos calientes de Italia. En Catalunya tenemos 2 casos, es una sociedad muy pasiva, no se altera el orden del día a día más que nada por cómo somos”, además remarcó que lo que sí ve como una complicación es la cuestión económica: “Aquí se vive del Turismo, se canceló el Mobile World Congress y eso son millones de pérdidas, cancelación de restaurantes, hoteles y ¡vamos!. Aquí se sospecha que hay otros intereses pero en la calle de lo que más se habla es del efecto económico para un país que vive en varios puntos del turismo”.

Siendo más profunda, aportó un interesante dato al decir que “También es verdad que la natalidad es bajísima en España y el nivel de personas mayores es elevadísimo, esto repercute en la cantidad de gente que es punto débil. Ahí sí que saltarían las alarmas porque la población es muy alta, eso también repercutiría en la economía pues la vejez mueve muchísimo dinero y la pérdida de personas mayores en ese sentido son muchas. Pero en el día a día no pasa nada, esto es el comienzo y no tenemos más que 2 casos, si ese número crece seguramente se dejará de hablarse exclusivamente de lo económico y se comenzará a tratar la gravedad humana del caso. En sí hoy día está todo controlado”.

A unos 530 kilómetros al sur de Barcelona, nos brinda un panorama desde Alicante César Dell Amico, otro pergaminense afincado hace más de 15 años. Él asegura que “Hay bastante psicosis, España tiene casos porque hay mucho turismo de Italia, Inglaterra, Bélgica, Francia, Holanda, etc, por ejemplo hoy veía en las noticias que un hotel en las Islas Canarias cerró sus puertas, se puso en cuarentena con muchas personas custodiadas con policía y con controles médicos”.

César también confirmó a PRIMERA PLANA que creían esta situación al decir “Era sabido que iba a llegar, todos lo teníamos claro, pero no nos vamos a desesperar, hay más muertes por gripe común que por esto. Lo que sucede es que se ha generalizado el miedo y es tremendo, hasta donde sabemos el porcentaje de mortalidad es bajo”, no obstante el pergaminense indicó que “en Alicante no tenemos barbijos y no tenemos ningún caso confirmado, todo es una psicosis. Es un virus que avanza pero los infectólogos son claros para desmitificar, el hambre mata a mucha más gente en el mundo pero eso no vende, no da ganancia a los laboratorios y por eso se mira para otros lados. Aquí todos están en alerta, todo está preparado y si llegás a España hay controles suficientes para que te hagan los controles y quedes en cuarentena hasta verificar la situación”.

Una pandemia no tan letal

En situaciones de desconcierto nada resulta más saludable que culpar a la prensa por cualquier cuestión que acontezca. Desde que el brote se inició hasta el momento se sucedieron ininterrumpidamente estados que iban desde el desconocimiento absoluto, pasando por la sorpresa, luego vino el miedo y algo después el caos, finalizado todo ese tránsito llegó la duda y la expuso primeramente ni más ni menos que un periodista: Lorenzo Milá de la tevé española en vivo desde Milán, fue el primero en terminar con el alarmismo y contrarrestar con información, así comenzó a explicar que ésta no era más que otra gripe y fue el primero en remarcar que los principales afectados eran las personas con defensas bajas o con situaciones de salud precarias, y fue él quien explicó también que el índice de mortalidad del coronavirus era inferior al de la gripe común. Ahí entró la polémica que pone a escépticos y tremendistas de un lado y del otro del estornudo. Lo concreto es que sí estamos ante una pandemia, entendiendo que así se define a una enfermedad nueva que se propaga mundialmente, ese ítem lo cumple a la perfección. Una pandemia que puede rondar en éstos días los 3.000 muertos, pero que no se acerca en nada a las diez pandemias más importantes de la historia de la humanidad: la viruela fue la peor y se cobró más de 300 millones de vidas desde su aparición 10.000 años antes de Cristo; el Sarampión se llevó a más de 200 millones de humanos; la Gripe Española acabó con aproximadamente 100 millones entre 1918 y 1920; la Peste Negra acabó con un cuarto de la población mundial, cerca de 75 millones de personas a lo largo de varias decenas de años. Más acá en el tiempo el VIH mató a 25 millones de humanos, misma cifra que la Plaga de Justiniano en el Siglo VI. La conocida como Tercer Pandemia exterminó a 12 millones de seres en el Siglo XIX; el Tifus a 4 millones, el Cólera a 3 y la gripe de Hong Kong a casi 1 millón.  El Coronavirus apareció a fines del año pasado y las posibilidades de encontrar una cura parecieran estar a la vuelta de la esquina.

Una mirada al futuro

El virus avanza y seguramente seguirá avanzando algún tiempo más. Ocupará cada vez menos espacio en los medios aunque las muertes se sigan sucediendo, pero más allá de los alarmismos que pudieron haberse ocasionado, la oportunidad es propicia para pensar que la misma Organización Mundial de la Salud conjuntamente con el Banco Mundial presentaron un informe hace no mucho tiempo en el cual advierten que la humanidad se encuentra ante una emergencia sanitaria mundial pues entre 2011 y 2018 registraron 1.483 brotes epidémicos en 172 países  con enfermedades como influenza, Síndrome Respiratorio Agudo Severo, Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, ébola, zika, peste, fiebre amarilla y otros. Estas enfermedades serían precursoras de una nueva era de brotes de alto impacto y propagación rápida que aparecerán con mayor frecuencia y con mayores dificultades para manejarlos.

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