Si bien en Argentina se lo vive como un fenómeno importado desde los Estados Unidos, producto de las películas de Hollywood que popularizaron Halloween, los orígenes de esa fiesta pagana se remontan al Siglo XVI y más específicamente a Escocia.
Allí se pensaba que en las semanas previas y más aún en esa fecha en especial, los espíritus de las personas muertas podían caminar entre los vivos y de allí surja el significado de este día: la unión entre el mundo de los vivos y el reino de los muertos.
Es por eso que todos los años y principalmente cuando se aproxima esta fecha, los cementerios y lugares similares son sitios dónde se practican actos de vandalismo y también ritos satánicos.
Una de los zonas que se convertido predilecta para estos hechos, según denuncian varios vecinos y vecinas, es el Cementerio de la localidad de Acevedo.
Cruces de sal, roturas de imágenes de vírgenes, gotas de sangre, muñecos de paja, saqueo y daños a las cruces instaladas en el lugar, velas negras e incluso ataúdes abiertos, es el saldo con el que se vienen encontrando quienes visitan el cementerio hace varias semanas.
“En el panteón de mis padres forzaron la puerta de acceso, rompieron solamente los cristales que tenían figuras de santos y revolearon todas las imágenes; además de meterse en el sótano”, denunció Delia a PRIMERA PLANA, con indignación.
“Algunos dicen que hay quienes se dedican a hacer brujerías. Yo no creo en esas cosas; deben ser chicos que hacen maldad porque están aburridos, aunque es cierto que pasan cosas poco comunes y se dejan mensajes raros; no sé que creer”, agregó Rosana, por otra parte, con cierta incredulidad.
Sin embargo, Fabián no es tan escéptico y con cierto temor aseguró que “fui hace unos días a llevar flores y me encontré con una cruz de sal con gotas de sangre, velas y un muñeco de paja.
“La verdad es que me dio un poco de miedo. Acá, en Acevedo, en una época se decía que éramos la capital de la brujería”, indicó.
Una mujer que prefirió no revelar su identidad, con domicilio en Guerrico, agregó que en su visita del fin de semana al Cementerio de Acevedo, tuvo una “sensación rara cuando ingrese, cosa que no me pasó nunca y cuando llegué al sector de nichos, para cambiar el agua y las flores a un familiar, me encontré con una máscara que no me animé a tocar porque salí corriendo del susto, pero mi hijo pudo sacarle una fotografía para que me crean que las cosas con las que uno se encuentran son reales”.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.
