En 2019 se anunció el inicio de una de las obras más esperadas para la ciudad: La construcción de la Presa de Regulación.
El anuncio fue realizado por la exgobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Y durante el acto de lanzamiento, el intendente Javier Martínez recordó la inundación de 2016 y aseguró que éste trabajo era el más esperado por los pergaminenses desde hace más de 40 años, incluso la calificó como la obra que cambiaría a Pergamino.
“Hoy estamos dando un paso muy importante y, como dijo la gobernadora María Eugenia Vidal, cuando el trabajo esté hecho, Pergamino no se va a inundar más”, fueron las palabras del intendente municipal cuando se conoció la noticia.
La obra beneficiaría a más de 91 mil habitantes del Partido y tendría una duración de 42 meses para lo cual se pidió un préstamo al Banco Interamericano de Desarrollo y se licitó a la Compañía Decavial. Pero nunca se puso en marcha.
“Fue anunciada pero se produjo un olvido de dónde se iba a hacer, era un adquisición de 200 hectáreas, hasta que llegó la gestión del gobernador Axel kicillof. Se comenzó a trabajar en poder adquirir por convenio o expropiación esas hectáreas o terrenos parciales” aseguró Laura Clark, concejal del bloque del Frente de Todos e integrante de la comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante, a Pan&Circo de RADIO MAS (FM 106.7).
La Presa no se pudo contemplar con anterioridad debido a que no se pudieron realizar las tareas de medición ni acceder a las hectáreas ante la negativa de varios dueños de dejar ingresar a los equipos técnicos.
“El proyecto no estaba realizado; se accedió a un crédito y se licitó a una empresa en la gestión de María Eugenia Vidal sin realizar el proyecto ejecutivo. Se podría haber adelantado si todos los propietarios hubieran dado el permiso para ingresar. Por eso hubo que esperar a tomar posesión real, como ocurrió esta mañana”, sostuvo Clark.
Sobre la falta de colaboración de los propietarios de los campos, la concejal manifestó que “seguramente es por sacar mayor rédito, pero el Estado tiene estas herramientas de tomar porque es una obra de bien público. Lo que incomoda o no nos parece justo es no dar esa autorización previa para ingresar a las hectáreas a hacer tareas muy simples como tomar medidas, muestra de suelos, proyectar y hubo propietarios que no nos dieron la autorización. Creemos que quisieron dilatar la obra”.
La obra supone la utilización de terrenos de 11 propietarios en total, de los cuales 7 son parciales y 4 plenos. “De las 11 propietarios existen 4 importantes, donde 2 se pusieron de acuerdo con la Provincia de Buenos Aires para negociar el importe y dar en posesión el campo. Otros 2 no, por eso avanzaron en un juicio expropiatorio. Mientras tanto, de los terrenos con partes parciales para utilizar están en convenio con Provincia o en evaluación de readecuación de oferta”, explicó la integrante de la comisión de Obras Públicas del Concejo Deliberante.
La Provincia ya tiene posesión de más de la mitad del terreno necesario para iniciar la construcción. “Desde la comisión de Obras Públicas hicimos un seguimiento con el papel importante de la COSOPPER porque sin su trabajo era impensado. La gestión rápida y compromiso de la Provincia hizo que hoy ya sea posible comenzar el proyecto ejecutivo de la obra de la represa”, afirmó Laura Clark.
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