Un PAMI ciego, sordo y gritón

Allá por mitad del año pasado escribía justamente en PRIMERA PLANA una columna sobre PAMI, y finalizaba la misma con este párrafo: “El PAMI ya lo decidió, pagarán los que menos tienen: los afiliados. Veremos ahora si ellos están dispuestos a que se los siga castigando.”

Por eso quiero en esta oportunidad dirigirme principalmente a ustedes queridos viejos y viejas de nuestro Pergamino, y voy a hablarles desde el corazón, pero también les escribo y me dirijo a ustedes, hijos, nietos, amigos y vecinos de nuestros viejos, que son muchas veces el sostén desde lo económico o lo afectivo. Les voy a pedir solo unos minutos de atención plena, sin la tele prendida en la cual algún empleado de turno de sus victimarios, repite hasta el hartazgo “se robaron todo”, mientras nos muestran maquinas cavando pozos como si buscaran agua en un desierto.

En el día de ayer, mientras llevaba a mi madre desde el centro a su casa en el auto, la acerqué a una farmacia, una de las tantas de Pergamino, y al volver apenas unos minutos después para seguir viaje me cuenta “PAMI esta cortado, la farmacéutica me dio igual el remedio y me dijo que vamos a ver en estos días como hacemos”. Palabras más, palabras menos. Y allí rápidamente me alegré porque Farmacity no estuviera en nuestra ciudad, porque aun existan nuestras farmacias, esas que como la de hoy, son atendidas por vecinos y vecinas de aquí, que te conocen, saben de tus problemas, se ponen en tu lugar. Pero también me invadió la tristeza porque el PAMI de Macri y su banda, si, banda, de esos “que tienen plata y no necesitan robar, gobiernan por ayudar a los demás”, sigue demostrando que pagaran esta fiesta de pocos los más desprotegidos. Y ustedes jubilados, entre esos desprotegidos, ocupan el primer lugar del podio.

Ellos “que gobiernan por ayudar a los demás”, todos los dias demuestran que solo se ayudan a sí mismos. ¿Te lo tengo que contar yo? Vos cada día sos más pobre, y casi no llegás a pagar la luz y el gas, cada vez te cuesta más tomarte un colectivo o un remis, para poder hacerle un regalo a tu nieto tenés que pensar donde recortás y encima ya ni podés ir a la farmacia tranquilo a buscar los medicamentos “de PAMI”. Mientras a vos te pasa todo eso, ellos son cada día más ricos. Ellos trabajan día a día no para que vos estés mejor, sino que lo hacen directa o indirectamente a través de sus siervos, desde esa pantalla que te pedí que apagues, para que vos creas “que tienen plata y no necesitan robar…”. Pero ya no te lo tengo que contar yo, te está pasando.

De mi paso por PAMI me quedarán recuerdos hermosos, y también los más tristes marcados a fuego, como esa vez que no pude conseguir lo que la mamá de un afiliado de apellido muy querido en el deporte pergaminense me pedía, y ese sentimiento de haberle fallado, que no alcanzó lo hecho, pero que valió la pena cada vez que se intentó; o las pelas con abuelos y abuelas que muy enojados me decían que les habíamos sacado su médico, cuando se decidió que aquellos que les cobraban un Plus Medico Ilegal, en negro, que los empobrecía aprovechándose de su confianza, no pudieran seguir haciéndolo (quizás la Afip y Arba que tan preocupados están en ponerle trabas a los trabajadores y emprendedores locales alguna vez trabajen sobre esto).

Por eso mis queridos viejos y viejas, como hace algo más de un año atrás, con un país mucho peor, con un PAMI muchísimo peor, con sus jubilaciones recortadas, con tarifas impagables, con la comida que ya no se puede comprar, con ustedes yendo a las farmacias y viendo como este PAMI de Cambiemos una vez más les complica la vida como cuando borro más de 100 medicamentos con descuentos, o cuando les recortó las prestaciones, o como cuando no entrega insumos a prestadores, o les limita los descuentos o se los elimina, o les sacó la internación domiciliaria, o les sacó traslados pese a ser transplantados en algunos casos, y mientras me regalaron estos minutos sin que de esa tele nos envenenen con flan, vuelvo a preguntarme si ustedes “¿están dispuestos a que se los siga castigando?”

P.D: en recuerdo de Mabel Irma Morales de Pergentil, abuela del barrio Trincavelli.

El autor es Concejal por el Bloque Compromiso Federal y ex Titular de PAMI Pergamino

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