Con el comienzo de las clases, los chicos del último año celebran el comienzo del último ciclo lectivo en las calles con banderas, bengalas y cantos. Sin embargo, en el último tiempo se lleva adelante un "ritual" llamado "UPD" (Último Primer Día), en el que se juntan a tomar alcohol y llegar al colegio en estado de ebriedad.
En medio de la polémica, un caso particular ocurrió en Las Varillas, Córdoba. La directora del colegio Dalmacio Vélez Sársfield vio que los alumnos no estaban en buen estadio ya había mucho olor en el aula, por lo que pidió que se lleve adelante un test de alcoholemia a cada uno de ellos.
"Nos sorprendió porque es la primera vez que sucede. Cuando vimos que un grupo grande estaba en condiciones diferentes al resto, dimos una alerta", aseguró. "La reacción de los padres fue buena, de apoyo, hubo preguntas y se fueron conformes, incluso muchos agradecieron", describió la mandataria.
El secretario de gobierno de Las Varillas, Gustavo Vázquez afirmó que “alrededor de un 15% de los alumnos tenían un grado de alcohol importante”. “No podemos mirar para otro lado y aunque a veces cuestionemos la legalidad de la medida, fue para prevención”, afirmó el mandatario ante la prensa.
Loa directora de la institución y los miembros del gobierno local aseguraron que los chicos se sintieron avergonzados por lo ocurrido y que se excedieron de los límites. En cuanto a las cuestiones escolares, se les libró un acta a cada uno de ellos.
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