En una jornada histórica -por más de un motivo- comenzó ayer la campaña de vacunación contra el coronavirus en la Argentina.
En nuestra ciudad, una enfermera del Hospital Interzonal General de Agudos “San José” inauguró el proceso al recibir la primera dosis de la vacuna Sputnik V, de origen ruso.
La pionera fue la enfermera Laura Cascardo, que forma parte del equipo de la Unidad de Terapia Intensiva del nosocomio, en el Consultorio Nº 22, minutos después de las 10:00 hs..
“La verdad es que estaba nerviosa, pero muy segura de lo que estaba haciendo”, le dijo a PRIMERA PLANA.
Después de la aplicación “seguí con mí rutina” y “no tuve ningún tipo de efecto secundario”.
También agregó que para bajar el nivel de expectativa, “traté de tomarlo como una vacuna más de las que nos ponemos.
“Espero que todos podamos aplicarnos la vacuna sin miedo”, deseó Laura, quien ejerce la función de enfermera hace casi una década.
La aplicación estuvo a cargo una compañera suya, referente del servicio de inmunizaciones y el vacunatorio, Rosana Juárez, de 51 años y que hace 29 es enfermera. “Siento mucha emoción de realizar vacunación” porque “se previenen enfermedades y complicaciones”, señaló a PRIMERA PLANA.
Y remarcó que “es más que satisfactoria porque en esta época de pandemia que estamos pasando es la esperanza para que todo esto termine”,
Para Rosana la tarea que desarrolla es “maravillosa” por lo que “me siento muy satisfecha de trabajar en el Hospital”.
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El equipo responsable de la sala de situación local lo comanda la directora asociada, Yanina Mayo; la administración responde a Marisa Cubino y la enfermera en control de infecciones es Macarena Gómez, quien está al frente de las carga.
Junto a Rosana Juárez, también trabajan en colocaciones de vacunas, María del Luján Tissera, Gloria Herrera y Rosario Alcaraz.
En esta instancia inicial, las primeras personas vacunadas son trabajadores y trabajadoras de cuidados intensivos del Hospital: Médicas, médicos, enfermeras, enfermeros y trabajadoras de limpieza de la Unidad de Terapia Intensiva de Adultos (UTIA), la Unidad de Terapia Intensiva Pediátrica (UTIP) y la Unidad Coronaria (UCO).
El procedimiento
Cumpliendo el estricto protocolo para su correcta implementación, cada vial contiene cinco dosis y es retirado del freezer -especialmente acondicionado- al corroborar que esa misma cantidad de personas citadas están presentes y en condiciones óptimas para ser vacunadas.
Se espera el tiempo requerido para que la temperatura ambiente vuelva líquido el vial y así poder dosificar las cargas y realizar el procedimiento de vacunación, que en esta primera instancia es de cinco personas por hora.
Las vacunas fueron alojadas en el área de Laboratorio del nosocomio y posee diversos mecanismos y tecnologías para preservar su estabilidad térmica. Tiene, adicionalmente, un registrador de temperatura que funciona a través de un puerto USB a una computadora que conecta, mediante un sistema electrónico, esta información a la base del Hospital y al Ministerio de Salud de la Nación. Al conectarse, una vez abierta la conservadora, evidenció que la cadena de frío estuvo constante en menos 40 grados centígrados. Este mecanismo de datos y gráficos es acompañado, también, por una cámara de seguridad y un termómetro de control.
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