El primer lunes de agosto se reabrió el Registro Único de la Vivienda para los vecinos de San Nicolás que buscan acceder a la casa propia. Se trata de la segunda etapa de inscripción a un registro que ya contaba con 7001 vecinos que completaron la declaración jurada mediante la cual se convierten en aspirantes a una de las 179 viviendas que se adjudicarán en barrio Colombo para vecinos cuyos ingresos no superen el equivalente a dos salarios mínimos. O bien para una de las 366 viviendas que se levantan en el predio del ProCreAr I, pegado al barrio SOMISA, y que estarán al alcance de quienes justifiquen ingresos superiores a dos salarios mínimos.
Entre el 6 de agosto y el 14 de septiembre se inscribieron unos 983 nuevos aspirantes, según fuentes de gobierno le aseguraron a El Norte. Aunque fueron muchos más los que se acercaron al CEMAC para revalidar los datos suministrados al momento de inscribirse al primer llamado (que se extendiera desde el 11 de octubre de 2017 hasta el 31 de enero de este año).
En concreto, sumando los inscriptos al primer llamado y los que se incorporaron en esta segunda instancia suman un total de 7.984 aspirantes.
Vale aclarar -una vez más- que las personas que ya estaban ingresadas a la base de datos no deben volver a inscribirse. Si deben presentarse en caso de que se hayan modificado algo en relación a lo declarado anteriormente (ingreso salarial, cambio de número de contacto, etc).
Todos, los anotados en el primer y segundo período, se incorporarán al sorteo en igualdad de condiciones.
Sorteo
Según se anunció oficialmente, en este 2018 se sortearán y entregarán 500 viviendas. El sorteo determinará para cada casa un beneficiario titular y otros dos suplentes. Esto tiene una explicación: si durante el estudio de pre adjudicación los datos declarados al momento de la inscripción no coinciden con los datos reales, la adjudicación se corre para el primer suplente. Y en caso de que la validación de los datos tampoco coincida, entonces entra el carrera el segundo suplente.
En todos los casos, se entregan las llaves de las casas terminadas y con acceso a los servicios esenciales como luz, agua, gas y cloacas. El financiamiento de estas viviendas es compartido entre el municipio y los Estados nacional y provincial. Las de barrio Colombo se construyen con recursos del Instituto provincial de la Vivienda, en tanto que en las de barrio ProCreAr I participa Nación. El municipio se hizo cargo de ejecutar las obras de infraestructura de servicios.
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