En medio del nuevo paro de los médicos y residentes del hospital Garrahan, el Gobierno intentó desligarse de la polémica por el reclamo de mejoras salariales. Desde la Casa Rosada ratificaron la estrategia oficial de reestructurar el hospital para “combatir a los ñoquis” con medidas como la instauración del ingreso biométrico, pero evitaron dar una respuesta concreta al planteo de mejoras en los sueldos
“Hay una malicia en que nuestro problema es con el Garrahan, los médicos o los administrativos, pero es con los ñoquis, con la gente que le roba recursos a todos ellos. Es lo que estamos combatiendo y vamos a seguir haciendo”, dijo este mediodía el vocero presidencial Manuel Adorni en su habitual conferencia de prensa.
El funcionario se mostró a la defensiva por un conflicto que no deja de escalar: señaló que las críticas a la administración de Javier Milei son “maliciosas, mezquinas y muy injustas”, y dijo que el planteo libertario apunta “que los niños sean los únicos privilegiados”.
Sin embargo los trabajadores del Garrahan nucleados reiteraron el reclamo de “una recomposición salarial del 100%” y un salario inicial igual al valor de la canasta familiar –estimado en $1.800.000– para todos los sectores del hospital, no sólo quienes pertenezcan a planta permanente, sino también a contratados, residentes y becarios. Este miércoles, mientras se desarrolla un nuevo paro de 24 horas lanzado por la Asociación de Profesionales y Técnicos del Hospital Garrahan (APyT), desmintieron al Gobierno sobre un supuesto aumento del 10%.
La secretaria general de APyT, Norma Lezana, denunció públicamente que el incremento que habría ofrecido el Ministerio de Salud se trata en realidad de “una ampliación presupuestaria ordinaria y generalizada aplicada a casi toda la administración pública”. Contó que Nación ofreció una mesa de diálogo para el 30 de junio y prórroga de la conciliación obligatoria, pero sin dar respuesta al pedido de recomposición salarial, el cese del vaciamiento del hospital, un presupuesto adecuado, y garantías de estabilidad para residentes y becarios.
El jefe de terapia intensiva del Garrahan, Mauro García, aseguró que hasta ahora no se modificó, por ejemplo, el valor-hora que cobran –de $6.000 la hora– y reclamó: “¿Queremos o no salud pública? Hay que interpelar a la gente y decir que el 60% de los pacientes no tienen cobertura. ¿Quién va a atender a quienes no puedan pagar? Hace 27 años que estoy acá y nunca vivimos esto. Debatir desfinanciar el hospital es una cosa inaudita”.
“Exigimos una retractación pública por parte del Gobierno por haber acusado sin pruebas de militantes políticos al personal del hospital y de atacar a periodistas que cubren la situación, con graves insultos. Tenemos un inmenso apoyo social, adentro y afuera, y hay una gran unidad. El Gobierno no puede tapar el sol con las manos. El Garrahan es causa nacional”, enfatizaron en un comunicado desde APyT.
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