Karina explicó que activaron inmediatamente el protocolo «que indica seguir ciertos pasos a seguir cuando esto sucede a menos de 400 metros de la escuela para cuidar el bienestar de los alumnos y de los docentes».
Fumigados en el recreo
«Eran las 3 de la tarde. Justo salíamos al patio porque es la hora del recreo de ellos, y cuando estamos saliendo, que yo soy la última en pasar la puerta, veo la máquina a 10 metros de los chicos. Entonces los entro a todos a la escuela, les hago sacar la campera, porque no podían entrar ningún objeto que haya estado afuera en contacto con el ambiente. se higienizaron las manos y los ojos, y no podían consumir ningún alimento que haya estado en contacto con el afuera» Explica Karina Mazzafra a Diario Central.
«Después le comunico a mi Inspectora (Andrea Laza) lo que estaba sucediendo, y llamo a los teléfonos de municipalidad, que son los que cita el protocolo: nadie me atendió. Llamé mínimo 10 veces, no me atendió nadie».
La directora se vuelve a comunicar con la Inspectora Laza, quien le avisa que va a ir una patrulla rural. «Esto fue a las 3 de la tarde, aproximadamente a las 5 de la tarde llega la patrulla rural. Para esto, la máquina ya estaba fumigando en otra parte. Se veía a lo lejos. Se acercaron hasta el lugar y redactaron el acta. Pero bueno, fue un momento de bastante tensión» explica Karina.
Las docentes desde adentro de la escuela mirando cómo el aplicador fumiga de forma negligente
Protocolos contrariados
Sucedió también que los protocolos se contradecían uno con otro: «Con el tema del Covid-19, el protocolo indica que tenemos que tener las ventanas abiertas, y ventilar bien los ambientes, y el protocolo de fumigación indica que tenemos que tener todo herméticamente cerrado. Fue algo totalmente contrariado lo que sucedió».
Karina Mazzafra le contó a Diario Central que «La escuela se llenó de mucho olor, un olor muy fuerte. A la docente de inicial le agarró un poco de dolor de garganta, a mi también, se nos secó la boca, y bueno, es lo que ocurre cuando pasa esto». Agregó que por suerte, los chicos no tuvieron ningún síntoma ni problema de salud inmediato, pero que se llamó a las familias para que los vengan a retirar.
En la escuela de Colonia El Mate funciona el nivel inicial (jardín de infantes) y primario. En jardín no había niños porque «había empezado una alumna nueva y se había retirado antes» cuenta Karina, y en la primaria había 5 estudiantes. Además, estaban las dos docentes, más el auxiliar de la escuela.
«No se dieron cuenta que había una escuela»
Consultada por Diario Central para saber si era la primera vez que pasaba un hecho de estas características, Karina dice que si, y se mostró sorprendida. Contó que de otro campo la suelen llamare por teléfono «para saber si va a haber alumnos en la escuela o en qué horario estamos para no hacer la fumigación».
En este caso fue en otro campo lindero a la escuela: «a mi me llamó muchísimo la atención, fue algo muy negligente lo que hicieron, porque prácticamente se metieron adentro de la escuela. Es imposible que no se hayan dado cuenta que estaba la escuela ahí«. Cabe aclarar que la escuela tiene un parque con juegos infantiles que hace notoria la presencia de niños en el lugar.
«No se quiénes son los dueños, hay una familia que lleva los chicos a la escuela y vive bastante cerca y tampoco conoce de quién es. Si la patrulla rural, cuando se acercó, después me llamaron, y me dijeron que habían hablado con el fumigador y con el ingeniero agrónomo y que supuestamente no se habían dado cuenta que ahí había una escuela. Cosa que, ya te digo, no puede ser posible, porque además estaban al lado de los juegos. Algo terrible lo que hicieron» Cerró la directora de la escuela.
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