El fútbol de Pergamino recibió otra triste noticia ayer, tras confirmarse el fallecimiento del exjugador de Douglas Haig, Mario Alvarez, luego de pasar varios días internado a causa del coronavirus, en el Hospital Interzonal General de Agudos “San José”.
La noticia caló hondo no solo en el ambiente deportivo sino también en la comunidad pergaminese debido a que “Marito”, que hacía menos de un mes había perdido a su padre, era una persona muy querida y respetada por todos.
Fueron muchos los compañeros del ascenso de 1986 que lo recordaron en una jornada tan triste y particular. “Hablar de Mario es hablar de alguien que tenía muchas condiciones como ser humano. Era un tipo honesto, de una generosidad tremenda, siempre al pie de quien lo necesitaba, siempre estaba ahí para darte una mano”, dijo Miguel Angel “Pastel” Rubio a PRIMERA PLANA.
“Con el tuve la suerte de haber compartido varios años en el fútbol. Él jugaba al fútbol como era en la vida, te daba todo. No se guardaba nada. Fue un crack de la vida”, añadió.
“Pastel” reconoció hacerse “mucho más amigo de él después de haber dejado el fútbol que mientras jugábamos. Nos conocimos más. Tuve la gran suerte de conocerlo fuera de la cancha y era un tipo extraordinario. No tengo palabra para agradecer lo que ha sido conmigo”, valoró.
Rubio remarcó que “Marito” era una persona que “vivía con alegría, con una sonrisa; siempre estaba bien nunca triste. Era positivo”. Y señaló que “queda poca gente como él. Lo voy a extrañar muchísimo porque realmente lo quería mucho. Lo voy a llevar siempre en mi corazón”.
Luis Daniel “Cacho” Naites fue otro de los futbolistas que tuvo el honor de compartir con Mario Alvarez muchos años, aunque también lo conoció en los potreros del Barrio Acevedo. Jugó con él 7 años en Douglas Haig y una temporada en Provincial.
“Futbolísticamente era un gran marcador de punta, pero además de ser buen jugador era un buen compañero, excelente persona. La verdad que no hay palabras de agradecimiento hacia él. Me queda una gran imagen, de uno de los mejores compañeros que he tenido”, expresó a PRIMERA PLANA.
Por su parte, Juan Carlos “Pachi” Ferrari indicó que “hablar de Mario es decir que fue como un hermano. Tuve la suerte de convivir muchas horas con él; una persona maravillosa. En los años que lo conocí, nunca lo vi enojado y donde estaba él siempre había una sonrisa” y recordó que “en las concentraciones nos ponían en la misma habitación y nunca lo vi de mal humor”.
Ferrari, que marcaba punta como “Marito”, guarda una anécdota de una de las tantas concentraciones juntos. “Como siempre concentraba con él, un día en Buenos Aires, fuimos a cenar y yo como fumaba, después de la cena, fuimos a dar una vuelta. Cuando llegó para acostarme, al entrar a la habitación, me sacó la cama y me puso una cuna. En la vida era todo risa”.
Otro de los grandes amigos que le dejó el fútbol fue Osvaldo “El Gato” Cardozo, quien para el ayer “fue un día muy triste porque perder a un amigo y hermano, como lo sentíamos, es muy doloroso”.
Al arquero le queda de Mario Alvarez “los mejores recuerdos. Fue un ser excepcional, nunca lo ibas a ver enojado.
“'Marito' siempre estaba con una risa contagiosa. Por más que uno estuviese de mal humor, él te ponía bien. Fue una persona extraordinaria”, subrayó.
Fuera de las canchas el vínculo continuó “a través de asados, pescas y caballos”, le confesó a PRIMERA PLANA.
Uno de los recuerdos más recientes fue que “me convenció de hacer una cabaña, la cual estoy haciendo. Me queda la tristeza enorme de no poder disfrutarla con él”, concluyó Cardozo.
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