Cabe recordar que, en 2021, tras la derrota en las PASO de las legislativas, Máximo Kirchner logró imponer el ingreso de Martín Insaurralde como jefe de Gabinete y Kicillof debió reubicar a su principal confidente político. Con la firme intención de pelear por la gobernación, el lomense desarrolló un fuerte poder interno con una lapicera paralela. Sin embargo, tras intentar que Kicillof dé el salto como candidato nacional, el famoso escándalo lo eyectó del gobierno.
Tras lo sucedido, Kicillof tomó la decisión de dar de baja la jefatura de Gabinete en un claro mensaje hacia adentro, con el fin de que no vuelvan a imponerle un segundo al mando, y también hacia afuera, en medio de la ola de reclamos en favor de achicar algunas carteras políticas.
A partir de allí, Bianco tomó el control de la mayoría de las políticas vinculadas a esa área y ganó poder político más allá de ser la principal fuente de conexión con los jefes comunales. Ahora, una vez más, el gobernador decidió empoderarlo con la decisión de reorganizar funciones hacia adentro de la gestión provincial.