La Legislatura bonaerense tiene por delante una serie de discusiones claves que generaran diferencias con la oposición y que servirán para empezar a entender cómo se irán acomodando los partidos políticos con representación en ambas cámaras de cara a lo que serán las elecciones legislativas de 2025.
El Presupuesto 2025, sin dudas, será la gran pelea a dar. La presentación de la "Ley de leyes" realizada este lunes por el gobernador Axel Kicillof ya generó rechazos en ambos extremos ideológicos de la Cámara baja. Los libertarios y los referentes de la izquierda manifestaron sus críticas.
"Estuve en la presentación del proyecto de ley del Presupuesto 2025 en PBA. Resumen: el partido que gobernó 33 de los últimos 37 años dice que la culpa del estado de la provincia es del Presidente Javier Milei”, aseguró el senador bonaerense por la Libertad Avanza, Carlos Curestis.
Desde el Frente de Izquierda y los Trabajadores, el diputado bonaerense Guillermo Kane sostuvo que “Kicillof no propone un escudo para la provincia, sino una variante de la motosierra y el endeudamiento". Y agregó que “las carencias de la provincia se contraponen a un esquema impositivo con exenciones para el gran capital, y una valuación fiscal en sectores como el inmobiliario rural que nunca se revisa y que se encuentra muy por debajo de su valor real, habilitando pagos irrisorios para los tenedores de grandes extensiones de tierras”.
Kicillof sabe que no la tiene fácil. Y es por esto que durante su conferencia dejó abierta la ventana del diálogo. "Estamos dispuestos a discutir todo lo que surja. Estamos en emergencia. Dispuestos a negociar, a discutir y llegar a acuerdos”, manifestó en un tono más abierto a los consensos que el habitual.
Es por esto que el presidente de la Cámara baja, Alejandro Dichiara ya convocó a los titulares de las bancadas para el próximo viernes 15 con el fin de dar esos primeros pasos junto a los titulares de los bloques de Unión por la Patria. La invitación incluye a Facundo Tignanelli (UxP); Diego Garciarena (UCR-Cambio Federal); Agustín Forchieri (PRO); Claudio Frangul (Acuerdo Cívico UCR-GEN); Agustín Romo (La Libertad Avanza); Gustavo Cuervo (Unión, Renovación y Fe); Maricel Etchecoin (Coalición Cívica); Guillermo Kane (Frente de Izquierda y los Trabajadores); María Laura Cano Kelly (PTS-Frente de Izquierda); y Guillermo Castello (Libre).
No es la única discusión a dar. Como siempre, de la mano, los legisladores pondrán sus ojos sobre la política tributaria de 2025. Acorde a los tiempos políticos que corren a nivel nacional, desde el gobierno bonaerense adelantaron que no intentarán cargar a los contribuyentes y que “solo se adecuará la facturación anual”.
También se debatirá sobre el RIGI, el BAPRO y la ley audivisual. Todos proyectos que generan reacciones dispares de parte de la diversa oposición que tiene hoy el ejecutivo bonaerense.
Con un panorama conflictivo de cara a lo que serán las próximas semanas, en los pasillos de la Legislatura se coló una vieja iniciativa de la que todos hablan pero que pocos se animan a expresarlo a viva voz. Y los motivos están a la vista. “El peronismo ganó la Provincia con gran comodidad y sin embargo hoy tiene que seguir generando consensos para poder alcanzar la gobernabilidad. La Legislatura se merece una representación que esté a la altura”, le dijo Data Clave uno de los diputados que más habla sobre la necesidad de reacomodar la distribución de las bancas de acuerdo al peso electoral de cada sección.
Como es sabido, la Provincia se divide en ocho secciones electorales. Y cada una renueva senadores y diputados de acuerdo al año que le toca. En la Cámara baja hay 92 bancas y en la Cámara alta, 46. Entre la primera y la tercera sección, donde se concentra el conurbano, hay casi 10 de los casi 14 millones de electores que hay en PBA. Más de los dos tercios (66 por ciento) del total. Sin embargo, eso no se refleja en la Legislatura.
Entre la primera y la tercera se concentran 33 diputados y 17 senadores. Cerca de una representación del 35 por ciento en ambas cámaras. Una diferencia muy marcada entre la fuerte presencia que tienen las secciones en su peso electoral y su poca representación. Y, como era de esperar, esto molesta. Pero no se trata de una discusión fácil. Salir a hablar en favor de una región es ponerse en contra al resto. Y nadie quiere pagar ese costo político.
Pero la pelea existe. Y cada tanto vuelve a aparecer. Sobre todo en estos momentos claves en los que desde el gobierno bonaerenses tienen claro que cualquiera de las iniciativas que hoy se ponen en discusión no tendrían tantas trabas legislativas ya que, como es sabido, el conurbano tiene un voto que, en su mayoría, se expresa siempre en favor del PJ. Las 20 de las 24 comunas así lo reflejan.
“No se trata de sacarle al otro. Esa es la lectura chica. La letra grande es que los bonaerenses puedan tener los avances progresos de aquello que votaron”, sostiene otro diputado peronista. Y agrega: “El interior se queja de que solo se discuten temas del Gran Buenos Aires. Y tiene razón. Pero no dice nada cuando la Legislatura representa más al interior que al conurbano cuando la diferencia poblacional es muy grande”.
Cuarta a fondo
La mirada está clavada en un punto fijo: la cuarta sección electoral. Es allí donde reside gran parte de la problemática. Y los números son claros al respecto. La región oeste de la Provincia cuenta con 530 mil electores, poco más de 10 por ciento de los que tienen la 1ra y la 3ra. Sin embargo, en la Legislatura cuentan con casi la misma representación: 15 diputados y 8 senadores para la 1ra y 14 representantes de la Cámara baja y 7 en la alta para la 4ta.
La Constitución de la Provincia es clara y señala en su artículo 58 que “La representación política tiene por base la población y con arreglo a ella se ejercerá el derecho electoral”. Mientras que en el 61 sostiene que "cada uno de los partidos en que se divida la provincia, constituirá un distrito electoral; los distritos electorales serán agrupados en secciones electorales. No se formará ninguna sección electoral a la que le corresponda elegir menos de tres senadores y seis diputados. La capital de la provincia formará una sección electoral (…)”.
El Censo pasado dejó expuesto algo que ya se sabía desde hace varias décadas atrás: la Legislatura bonaerense no cumple con lo que marca la Carta Magna. El debate, que no se aborda, responde a un criterio esencial: que no haya ciudadanos de primera y de segunda.
Esto está relacionado a que, cuando se realizó el censo en el que se basó la implementación del sistema de secciones electores, en la cuarta vivía casi la misma cantidad de gente que hoy habita en la primera o en la tercera. Pero el tiempo pasó y el GBA se pobló.
La discusión ya fue planteada de manera oficial en otros años. Sin embargo, nunca pudo avanzar. Uno de los últimos en meterse en esa discusión no provino del PJ sino de la UCR. Se trató del entonces intendente de San Isidro, Gustavo Posse. Y la iniciativa justamente no cayó bien entre sus correligionarios. Sucede que en la cuarta el partido que más representación tiene a través de los municipios es el radicalismo.
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