Este miércoles a las 18:00 en el Anfiteatro del Parque Ugarte, el frente Hechos —respaldado por el intendente Javier Martínez y con Gustavo Ciuffo como candidato a primer concejal— realizará su acto de cierre de campaña. Aunque la estética rosa y la figura de la Pantera Rosa han sido protagonistas de la campaña, el evento se anuncia sin difusión oficial ni convocatoria abierta, como si se tratara de una ceremonia a puertas cerradas.
Lejos de representar una celebración democrática, el acto parece diseñado para evitar la exposición del intendente ante el pueblo que gobierna. En lugar de mostrar fortaleza, la estrategia de invisibilización revela una preocupante señal de debilidad política: temor al escrutinio público, inseguridad frente a posibles cuestionamientos, y una pérdida de legitimidad que se vuelve cada vez más difícil de disimular.
En un contexto de creciente malestar social, el silencio del acto se convierte en símbolo de inseguridad, pérdida de legitimidad y una desconexión cada vez más evidente entre el poder y la gente.
La boleta rosa, que prometía color, cercanía y entusiasmo, se transforma en símbolo de incertidumbre. La Pantera Rosa, ícono de campaña, camina en puntas de pie. Pero esta vez, no por astucia: por miedo.
En tiempos donde el vínculo entre gestión y pueblo debería fortalecerse, esconder un acto de cierre de campaña es más que una táctica electoral: es un síntoma de una conducción que ya no se atreve a mirar de frente.
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