El coronavirus pasó por la familia Alvarez como un huracán que arrasó con todo lo que se topó a su paso.
Es la familia de Mario Roberto Alvarez, también conocido como “Marito”, por su notable pasado como futbolista de Douglas Haig, ganador del ascenso al Nacional B, en 1986.
Son tres los familiares que perdieron la vida a causa del COVID-19, en menos de un mes. Ayer, a última hora, falleció Sebastián, hijo de Mario, mellizo de Juan Pablo, quien llevó adelante una persistente batalla contra la enfermedad. Murió internado en Terapia Intensiva y durante los últimos días se solicitaron muchas cadenas de oración esperando un milagro, en virtud de su delicado estado de salud.
“Seba” había cumplido 27 años en marzo, era hijo de “Marito” y Graciela Galván y hermano de Jonathan y Rodrigo, además de ser “Melli” de Juan Pablo.
Era un joven muy querido por sus amigos y se supo ganar rápidamente el afecto de los conocidos. Humilde, agradable, simpático, cordial, alegre, optimista, bondadoso, campero, eran algunas de las muchas características que hacían a Sebastián Alvarez una persona especial para muchos.
El viernes había fallecido su papá, “Marito” y el 24 de abril su abuelo, Martín. Todos contagiados de COVID-19. A esta altura a nadie le importa cómo empezó la cadena en una familia muy querida y que quedó prácticamente destruida.
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Desde anteayer las redes sociales se llenaron de pedidos de cadena de oración y los pergaminenses se unieron en fe como pocas veces. Y desde los primeros minutos de hoy, lamentablemente, esas suplicas se reemplazaron por los mensajes de dolor con el fatal desenlace.
El primero de los Alvarez en perder la vida por el COVID-19 fue el abuelo y “Seba” lo había despedido en su perfil de Facebook.
“Abuelo querido.!! Se te va a extrañar mucho, sé que no me va ser fácil de pensar que no te tengo más para darme un consejo siempre para seguir adelante, contarme historias que pasaste en tu vida, jugar a las cartas y esas ganas de trabajar…que nunca hay que aflojar a pesar que pasen cosas entre medio.! Bueno abuelo lo sabías y te lo digo de vuelta: Gracias por lo mucho que me diste, siempre en mi corazón; te amo viejo querido.! Sé que siempre vas a estar guiándome en todo!”, aparece en su cuenta de la red social.
No alcanzó a cumplirse un mes de la partida de su abuelo Martín (85 años) y algo más de 24 hs. del fallecimiento de su papá, Mario (57 años), que Sebastián también se fue, dejando un vacío enorme entre los más cercanos, un profundo dolor entre sus amigos y una honda tristeza en gran parte de la comunidad.
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