¿Cuántas vidas pueden caber en una sola vida? “Depende de la intensidad”, diría Eduardo Galeano. Oscar Alberto Massei es un caso de esos. Netflix o cualquiera de las aplicaciones o compañías que se dedican a producir y/o distribuir series basadas en vidas e historias con múltiples matices bien podrían encontrar una en la de este pergaminense, que adoptó a Río Cuarto, y encontró en Italia su otro lugar en el mundo.
Hijo del potrero, por su fútbol exquisito y su rotundo éxito no estuvo lejos de la Selección Argentina (y posteriormente la italiana). Massei comenzó en Centro Cultural Alberdi, en el que con 16 años ya jugaba en Primera División, pasó a Rosario Central, luego migró al Inter de Milán y fue estelar en el SPAL, ese club que cada vez que puede buscar una excusa para rendirle tributo.
Massei de niño se radicó en Río Cuarto, ya que por cuestiones laborales su padre se incorporó a los ferrocarriles de la ciudad, y jugó al fútbol en Centro Cultural Alberdi. Con tan sólo 16 años se convirtió rápidamente en una de las figuras “mercedarias” en el ámbito local.
En 1953 emigró a Rosario Central tras captar la atención de los dirigentes rosarinos en un amistoso jugado en cancha del “mercedario” el 23 de marzo de 1952. Massei llegó al conjunto rosarino tras una venta realizada por 30 mil pesos, que le sirvieron a Alberdi para construir todo el paredón perimetral del estadio “El Trampero”.
El paso del delantero por Rosario Central fue a pleno gol, ya que marcó 44 tantos en 80 partidos y fue el máximo artillero del torneo de AFA de 1955, con 21 anotaciones.
Esta producción en Central fue el pasaporte a Italia: en diciembre de 1955 -con plebiscito mediante entre asociados al club, ya que los hinchas “canallas” no querían la ida del delantero- se concretó el pase al Inter de Milán y en menos de dos meses realizó su debut: gol en el triunfo por 2 a 0 ante Napoli (el otro tanto lo marcó Lorenzi). En ese año, Massei marcó 9 goles en 14 partidos.
Además, la emigración a Italia significó la renuncia de Massei a la Selección Argentina, situación que no fue del agrado en la dirigencia de AFA, quien no le reconoció el título de goleador 1955.
El pergaminense pasó de Rosario Central a Inter por una cifra de 2.250.000 pesos, récord para la época. Gran parte de ese dinero, por el delantero que en ese entonces tenía 21 años, fue destinado para la construcción de la tribuna alta del estadio Gigante y la compra de otros futbolistas.
Luego del paso por Inter, Massei jugó dos temporadas en el Triestina. Posteriormente, encontró su lugar en el mundo cuando pasó al SPAL. De 1959 a 1968 se convirtió en el jugador con más partidos (210) y más goles (47) del SPAL jugando en Serie A. Totalizó con 244 compromisos y 52 goles. Fue ídolo del club y en 2007 distinguido como ciudadano ilustre de la ciudad.
Con 89 años, y pronto a cumplir 90 en septiembre, “Fatiga” Massei está radicado en Spezia, ciudad italiana de la región de Liguria, capital de la provincia del mismo nombre. “Un paraíso”, dice, para definir a la ciudad cercada por el Mar de Liguria y que cuenta con un clima templado durante casi todo el año.
Spezia se toma un descanso a su tradicional clima entre enero y abril. Es por eso que Massei decide tomarse un vuelo con destino a Buenos Aires y desde la capital se lanza hacia Río Cuarto, donde permanece hasta que se caen las primeras hojas y asoma el otoño.
En “El Imperio” le quedan sus sobrinos Alejandro y Fernando, ya que sus más cercanos están en la Península Itálica (sus dos hijos María Alessandra y Rafael y su nieto Giácomo).
En su domicilio de avenida Italia es que nos recibe post almuerzo, “justo para probar el café que exclusivamente trae desde Italia”, dice su compañía. Allí espera quien fuera goleador de época en los ‘50, preparado para el cuestionario y adentrarse a una charla futbolera que se entremezcla entre dos idiomas. Sonriente, acogedor y dispuesto a que los minutos corran para hablar de su Río Cuarto, Rosario Central, Inter campeón en Serie A y SPAL.
- ¿Qué piensa de Inter campeón nada menos que ante el Milán?
- Pienso que se lo ha merecido porque tiene una ventaja inalcanzable, el segundo es el Milán, hemos ganado y por consecuencia somos campeones. Para mí, es una gran satisfacción porque conozco al ambiente del Inter, a tifosería (hinchada) de corazón le hago los mejores augurios.
- ¿Por qué elige Río Cuarto para escaparle al frío?
- Río Cuarto es mi ciudad, no digo que nací porque lo hice en Pergamino, pero a los tres años me transferí a Río Cuarto y toda mi juventud la hice acá. En consecuencia, amigos y punto de referimiento.
- ¿Cuáles son los recuerdos de su infancia en barrio Alberdi?
- Pertenecí a una familia humilde, los chicos jugábamos en la calle y ahí es donde comenzamos a pegar las primeras patadas en el fútbol. Recuerdo que cuando fui al Alberdi me encontré con la mayor parte de todos amigos italianos. Seguramente gente laboriosa y seria, esto nos hizo aprender a vivir.
De visita por Río Cuarto. Oscar Massei nos recibió en su domicilio para repasar su exitosa carrera en el fútbol.
- ¿Soñó con ser jugador de fútbol profesional o jugaba para divertirse?
- Jugaba para divertirme, no pensé nunca en llegar a lo alto pero tenía la pasión y cuando uno tiene pasión por algo al final llega al traguardo (línea de meta).
- Sus ventas ayudaron a construir estadios, primero Alberdi y después Rosario Central, ¿Qué le genera eso?
- Es una satisfacción porque sin saberlo, en un cierto punto, contribuí a Alberdi y a Rosario Central. En esos tiempos, la tribuna era baja, de un solo anillo y hoy ver el estadio, es enorme. Estuve los otros días en Rosario y realmente al ver a los hinchas, los canallas, que son una cosa excepcional, el estadio lo han completado y es una cosa de admirar.
- ¿Sabía italiano o se le fue pegando el acento?
- Yo no sabía una palabra de italiano, en consecuencia, la he acquisito (adquirido) en Italia. Desde el 55′ que estoy en Italia, y ahora para hablar en castellano me encuentro en dificultades (ríe).
- ¿Dónde es su lugar en Italia?
- Es difícil saber dónde es mi lugar porque he recorrido gran parte de Italia. Un poco como jugador y un poco como entrenador. Hemos cambiado tantas zonas, Milan, hoy me encuentro en Spezia, en la Liguria, es una zona muy linda. Especialmente por el clima, todos los viejos van a pasar el invierno en la zona de la Liguria.
- El Inter o el SPAL, ¿Dónde se siente más reconocido?
- En el SPAL, seguramente. Pasé por el Inter como una meteora (meteorito), no tuve suerte. Pero estoy contento de haber jugado tres años, sufrí una lesión en la rodilla que me impidió de proseguir (continuar) de mi sueño. Lo que quería hacer es jugar en el Inter y en la Nazionale de Italia (Selección). Primero había renunciado a la Argentina.
- ¿Qué diferencias ves entre el fútbol que vos jugabas con el de hoy?
- Cambió todo. Primero, el reglamento, segundo no había banco. El tipo de juego, había sistema, método, que hoy juegan en todo el mundo de la misma manera. Después, los terrenos de juego, la preparación atlética, cambió completamente. El entrenador no aceptaba al preparador físico, hoy es un grupo que entrena al equipo, y eso le da ventaja.
- La renuncia a la selección argentina, ¿Se arrepiente?
- Me arrepiento porque me parece que tuve mucho apuro para irme. Pero de frente a ciertas cifras, uno a esa edad no razona.
- De Rosario Central al Inter directo, no se daba antes ya que primero había que pasar por los grandes, ¿Hubo posibilidad de Boca o River?
- Leí en los diarios en el 55′ y todos decían que yo iba a Boca o River, y ahí es donde tuve el error. En vez de renunciar e ir al Inter, era joven, tenía 20 años, estaba lo militar. Tenía que ir a la selección argentina, fuimos a Guayaquil – Ecuador, y después tenía que ir a Boca, o River, jugar un año y después ir a Italia. Pero el destino es este, estoy contento igual porque encontré el Inter, y después al SPAL.
- ¿Cómo le gustaría que se lo recuerde luego de esa gran trayectoria que ha tenido en Rosario y sobre todo en Italia?
- Que se me recuerde como un jugador, no un grande, pero de calidad. De joven jugué siempre de número 10, en Rosario me inventaron de centrodelantero, y creo que la posición de 9 era la ideal para mí. Primero que el centrodelantero tiene que hacer gol, segundo tiene que correr, jugar todo el campo, y tercero ser inteligente para guitar la delantera.
- El Inter está identificado con argentinos, ¿Usted tiene comparación con alguno, se ve reflejado, hay un Oscar Massei, actual?
- No, porque tenía mis características. Los goles que hice siempre fueron parte del juego, de izquierda y derecha. De cabeza, 46 goles hice en Rosario, 12 de cabeza hice. 4 o 5 de penal, tiraba los penales y no era de los más fuertes del mundo, pero era de los grandes.
- Actualmente, ¿Disfrutando de la vida?
- Sí, vengo a cambiar de clima, cuando viene el invierno en Italia, vengo para Río Cuarto y lo haré hasta que viva.
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