Hablar de Rubén Alberto Ferreyra es hablar de una parte viva de la historia del fútbol de Pergamino. Conocido y querido por todos como “Tanguito”, fue mucho más que un jugador: fue un símbolo de pasión, humildad y compromiso con la camiseta.
Nacido y criado en Pergamino, debutó en Primera a los 15 años con Provincial, el club que lo vio dar sus primeros pasos en una cancha que ya nunca lo dejaría ir. Su carrera se extendió hasta los 35 años, cuando decidió retirarse en Compañía, el lugar donde soñaba colgar los botines, cumpliendo así un deseo íntimo que lo acompañó durante toda su trayectoria.
Su recorrido en el fútbol local dejó una huella imborrable. Fue campeón con Argentino en 1976, con Lucini en 1977 y con Douglas en 1978 y 1979. Pero sin dudas, uno de los hitos más grandes de su vida deportiva fue en 1980, cuando vistiendo la camiseta de la Selección de Pergamino se consagró campeón de la Provincia de Buenos Aires. Ese logro lo proyectó a jugar en otros lugares, como Salto y Rojas, donde siempre llevó con orgullo el nombre de su ciudad.
Más allá de los títulos y de las camisetas que defendió, “Tanguito” fue recordado por su amor genuino por el juego. Con nostalgia solía decir que antes “corría más la pelota que el jugador”, en una frase que sintetiza su mirada sobre la diferencia entre su época y el fútbol actual. Para él, el talento y la inteligencia marcaban la diferencia, mientras que hoy el despliegue físico parece ser la norma.
Se destacó en una era dorada del fútbol pergaminense, con campeonatos de enorme nivel donde brillaban equipos como Compañía, Tráfico’s Old Boys, Sports, Douglas y Juventud. En esos años comenzaron a llegar refuerzos desde Buenos Aires, Junín, San Nicolás y toda la región, lo que elevó aún más la jerarquía de los torneos.
Oportunidades
En su camino tuvo chances concretas de dar un salto hacia el fútbol grande. Independiente de Avellaneda lo buscó cuando apenas tenía 18 años y también Cipolletti de Río Negro lo quiso en sus filas. Sin embargo, la vida y las responsabilidades familiares hicieron que su destino se quedara en Pergamino. Jamás se lamentó: entendió que el fútbol le había dado más de lo que podía pedir. Le regaló amistades entrañables como las de Héctor Santachiara, Juan Miguel Echecopar, “Cachito” Naites, Carlos “Coli” Torcigliani, Omar Jorge, Omar Mirabet, “La Liebre” Corona y su hermano Ramón “Tango”. Y también le dio un techo para su familia gracias al terreno que recibió de Lucini y a los ladrillos y el techo que le brindó Douglas.
“Tanguito” es esposo de Ana María, papá de Maximiliano, abuelo de Pedro y Clara, además de ser suegro de Cecilia.
Retiro
Cuando llegó el momento de colgar los botines, Ferreyra no se alejó del esfuerzo ni del sacrificio. Se dedicó al trabajo con la misma entrega que ponía en la cancha: primero en los colectivos, luego en La Opinión y más tarde en los Carpignoli. Hasta su jubilación fue un hombre trabajador y sencillo, que nunca perdió la esencia de barrio ni el respeto ganado con humildad.
Hoy, lejos de las canchas pero con el corazón siempre en el verde césped, sigue mirando fútbol. A veces la emoción lo desborda y las lágrimas se le escapan, pero lo hace con la misma pasión de aquel chico de 15 años que debutó en Primera y nunca dejó de soñar con una pelota en los pies.
Fútbol, siempre fútbol
“Lo que me queda es agradecimiento”, solía repetir. Agradecimiento al fútbol, a sus compañeros, a los amigos de toda la vida y a Pergamino, que siempre lo abrazó como a uno de sus grandes ídolos.
Porque Rubén “Tanguito” Ferreyra no fue solo un jugador. Fue, y será siempre, un pedazo del alma futbolera de Pergamino. Un hombre que entendió que el verdadero triunfo no siempre está en la fama, sino en el cariño eterno de su gente, en las amistades forjadas y en los recuerdos que todavía hoy laten en la memoria colectiva de la ciudad.
Si todavía no recibís las noticias de PRIMERA PLANA en tu celular, hacé click en el siguiente enlace https://bit.ly/3ndYMzJ y pasarás a formar parte de nuestra base de datos para estar informado con todo lo que pasa en la ciudad y la región.