La concejala opositora Mariana Astorga expresó en plena sesión del Concejo Deliberante de Berisso que había un expediente que no estaba "ni muerto ni vivo, está desaparecido”, en clara alusión al dictador Jorge Rafael Videla, lo que le mereció el repudio del cuerpo legislativo.
La funesta declaración tuvo lugar el pasado viernes y se dio en el marco del debate que los legisladores mantenían en la comisión de Legislación, Interpretación y Acuerdo, en lo que era un supuesto intento por parte de la concejala Astorga de recuperar un proyecto.
Ante ello, en el día de ayer el Concejo Deliberante berissense aprobó un proyecto de repudio a las declaraciones de la edil Astorga, el cual fue impulsado por el oficialismo del Frente de Todos a la espera de que la legisladora de Juntos se retracte.
En un principio, se esperaba que los propios compañeros de banca de Mariana Astorga acompañen el repudio, que en algunos casos hicieron a viva voz en pleno recinto, pero finalmente el mismo salió solo con los votos del oficialismo.
"Se le solicitó que se retracte y aún así ratificó sus dichos", explicó la presidenta del Concejo, Martina Drkos. "En la Casa del Pueblo, no permitimos y repudiamos enérgicamente cualquier analogía referida al periodo más oscuro de nuestra historia", añadió.
"Cuando se mencionan estás analogías, se paró la comisión y la presidenta de dicha comisión le pidió a la concejala que se retracte, pero ella no sólo no lo hizo sino que fue por más, redobló la apuesta y se fue a los gritos. Apuntó a nuestro secretario administrativo de que era Videla. Eso lo dejamos asentado en actas. Ella rechazó firmar el acta", relató Drkos.
Además, la edil oficialista enmarcó el hecho en un contexto en el que se han vandalizado monumentos a la Memoria, la Verdad y la Justicia, y se viene "creando un clima" de negacionismo sobre el terrorismo de Estado perpetrado entre 1976 y 1983.
La declaración que Astorga citó del dictador Videla -"ni muerto ni vivo, desaparecido"- quedó grabada en los anaqueles de los genocidios del siglo XX, a partir de la exportación argentina hacia el mundo del concepto de desaparecido.
Jorge Rafael Videla la mencionó en el marco de una conferencia de prensa dictada el 14 de diciembre de 1979, cuando ya la mayor parte del plan sistemático de desapariciones de opositores políticos, artistas y delegados sindicales había sido llevado a cabo. El plan de desapariciones tenía por objetivo borrar las huellas de los delitos precedentes de secuestros, cautiverios, torturas y asesinatos. En el criterio de Videla, si no había cuerpos, no había pruebas de sus crímenes.
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