Los vecinos que denunciaron hace más de un año una construcción irregular otra vez en alerta tras el derrumbe del Hotel Dubrovnik de Villa Gesell, ocurrido a fines del mes pasado. Temen por una estructura de más de 6 pisos construida en un pequeño terreno del centro de la ciudad, casi sin seguridad y donde señalan un sinnúmero de anomalías.
El reclamo lo hicieron ante las autoridades municipales, pero nunca recibieron respuesta oficial más que la de los empleados que se limitaron a decir que estaba todo en regla.
Denuncian que la construcción siguió como si nada, nunca se corrigieron las medidas de seguridad ni se constató que la obra no presentara riesgos. “Ni siquiera se sabe quién es el constructor ya que no tiene ni el cartel que debería”, dijo uno de los consultados.
Como publicó PRIMERA PLANA en abril de 2023, se trata de un edificio ubicado en calle Doctor Alem, entre Echevarría y Lagos, que ya va por su piso número 8 en un terreno de apenas 6 metros de ancho.
Desde aquella fecha los vecinos no recibieron respuesta oficial, ni fueron citados, pero en un informe al que pudo acceder PRIMERA PLANA, el Ejecutivo responsabilizaría a la empresa Cablevisión por el proyecto.
Como empezó
En una carta firmada por más de 20 colindantes de la cuadra se reclamó por la inseguridad que les producía el edificio y la posibilidad de derrumbe.
Preocupados, pidieron explicaciones al Municipio sobre la habilitación, las dimensiones del proyecto, el tamaño de columnas, las inexistentes medidas de seguridad para los transeúntes y para los trabajadores, el cartel que exhiba quién es el responsable de la obra, la finalidad del proyecto, la calidad de los materiales empleados, entre otras cuestiones.
Según el informe, firmado por el arquitecto Roberto Rossi, el edificio que se planifica de 8 pisos en 6 metros de ancho no tiene ninguna restricción. Es perfectamente legal. Es más, se desprende del mencionado informe, que en ese ancho podrían construirse cincuenta pisos o setecientos. El ancho del terreno no es un impedimento dice el arquitecto.
Cablevisión S.A es la responsable de la construcción, según el funcionario, aunque no hay ningún cartel indicador, como es reglamentario, para saber el nombre del dueño y del constructor.
Los vecinos aportaron que esos datos municipales son contradictorios, ya que según se sabe en el lugar, la obra es de un dueño particular y un conocido maestro mayor de obra de la ciudad.
Según el Municipio, el arquitecto Rubén Calabria es el responsable del proyecto y la dirección y que lo hace por la contratación de Cablevisión S.A..
La construcción tendría como fin la creación de oficinas para la empresa que conduce Héctor Magneto -siempre según el informe-. Llamativamente serían 8 pisos de oficinas. Al menos así lo afirma el Ejecutivo.
En tanto los vecinos, en charlas con personas cercanas a la obra, lograron saber que se trata de departamentos con fines de vivienda.
“Vale aclarar que las dimensiones y reglamentación para construir una oficina no es la misma que para construir una vivienda”, dijo uno de los afectados en diálogo con PRIMERA PLANA y agregó que “si lo pasaran como viviendas tendrían que construir cocheras, por ejemplo”.
Según Rossi, la inexistencia de cocheras en un edificio de esas características está totalmente justificada por el “Artículo N° 17, Título 11, Disposiciones Generales”, aunque en el informe no aclara de qué reglamentación se trata.
“Pedimos la urgente intervención”
Es importante saber, aclara la información municipal, que la calidad de los materiales de una construcción y mano de obra es absoluta responsabilidad “exclusiva del director de obra en consenso con el comitente”.
Comentado esto a uno de los vecinos contestó que “con ese criterio, este edificio o cualquier otro, podría ser construido con ladrillos y hormigón o con miga de pan. Mientras no se caiga. No puede no haber una inspección, una certificación de obra. Como van a esperar a que se caiga”.
Los vecinos destacaron que, al poco tiempo de presentar la nota, a pesar de no tener respuesta, hubo movimientos en la obra. “Construyeron un cerco con chapas al menos”, destacaron y contaron que “una noche hubo que llamar a la patrulla urbana porque se desprendieron unos ladrillos y cayeron a la calle. También le cayó material al auto de una chica que trabaja en la cuadra”.
Según el informe, que no fue comunicado a los vecinos, en lo que respecta a papeles (planos y cálculos) está todo presentado y en orden. Lo que pase dentro de la obra es responsabilidad del constructor.
Además de la incógnita sobre la titularidad del edificio, quedará para el futuro ver qué hace el Municipio si una construcción presentada como oficinas termina siendo usada como vivienda familiar, un engaño que es más frecuente de lo que se cree.
En la carta que los vecinos enviaron al Municipio se especificó que: “Pedimos su urgente intervención para garantizarnos que dicha obra cumple con todos los requisitos de zonificación, técnicos y fundamentalmente de seguridad. Siendo estos dos últimos puntos los más acuciantes, ya que tememos por nuestra salud y nuestras propias construcciones” y agregaba que “entendemos que es vuestra responsabilidad darnos certeza fundada de que no corremos peligro alguno, ni nosotros, ni lo que es de nuestra propiedad, así como tampoco las personas que transitan normalmente y/o concurren a los comercios de la cuadra”.
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