La oposición en la provincia de Buenos Aires analiza terminar el año sin dar quórum y Axel Kicillof corre el riesgo de quedarse sin Presupuesto y autorización para endeudarse al menos hasta febrero del año próximo.
La idea de sesionar el 27 de Diciembre, entre Navidad y Fin de Año para aprobar el Presupuesto bonaerense se enfrenta a las pocas ganas de los opositores de volver de la costa o sus lugares de descanso, ante la falta de acuerdos. "Las rutas van a ser un caos, es imposible garantizar una sesión en esa fecha", afirmó a LPO un diputado radical.
El peronismo en Diputados decidió abrir el texto del presupuesto para introducir cambios, pero estos no fueron aceptados por Kicillof. Por eso, cuando los diputados se preparaban para sesionar, la vicegobernadora Verónica Magario abortó esa maniobra y cerró el Senado bonaerense.
Durante todo ese día hubo conversaciones entre un grupo de diputados del oficialismo y el ministro de Economía, Pablo López, con el debate puesto en los cambios que exigía la oposición y el fondo para los municipios que pedían los intendentes del Conurbano pero el ministro no cedió en nada.
De esta manera, la brecha entre lo que pedían los intendentes y lo que ofrecía Kicillof era demasiado amplia. Los intendentes pedían un fondo de 470 mil millones y el gobernador no ofrecía más que 160 mil millones. Hubo algunas aproximaciones, pero la brecha no variaba demasiado. Finalmente se introdujeron dos fondos para los municipios: uno de 200 mil millones de libre disponibilidad y otro del mismo monto para Seguridad.
Además, se resolvió eliminar el artículo 163 -una exigencia de toda la oposición- que le daba al gobernador discrecionalidad para mover las alícuotas de los impuestos sin pasar por la Legislatura. También se fijó un tope de incrementos en el 28% para todos los impuestos y categorías.
Con todo esto acordado, la vicegobernadora habría recibido la orden de Kicillof de no avanzar con el tratamiento del presupuesto. Se cerraron las puertas de la Cámara Alta y en pocos minutos los pasillos y los despachos quedaron vacíos.
Ahora, fuentes cercanas a la negociaciones confirman que los radicales aducen incumplimientos a intendentes en las transferencias de este año y piden que Kicillof cancele las deudas antes de sentarse a discutir lo que viene.
Por su parte, el PRO remarca la falta de diálogo para afectar parte del endeudamiento al Fondo de obras a los municipios y los libertarios aseguran que Kicillof pidió autorización a Nación para tomar1300 millones de dólares endeudamiento este año y solo usó 400 millones. Consideran que que todavía tiene margen para operar sobre ese autorizado.
Por el lado de los intendentes peronistas reclaman que el Fondo de Obras y el de Seguridad salgan de manera automática diaria junto con la Coparticipación, lo que aumentaría mas de dos puntos la coparticipación a los municipios.
El tema es que Kicillof ante la asfixia de fondos que le impone Milei decidió aumentar al extremo su habitual austeridad. En ese marco, la postura de los intendentes kirchneristas fue muy dura la semana pasada. Lograron abrir el presupuesto que envió Kicillof y meterle los cambios que pedía la oposición y bajaron al recinto en Diputados. Pero Kicillof ordenó a Magario cerrar el Senado para que este Presupuesto modificado quedara estancado. "Ahí se cayó todo y la situación quedó demasiado tensa como para resolverla en esta semana corta", explicó uno de los diputados peronistas que participa de las negociaciones.
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