En el Hospital San Felipe, el malestar de los trabajadores bajo régimen de becas vuelve a cobrar fuerza. Camila, instrumentadora quirúrgica y becaria desde enero de 2021, forma parte del grupo de aproximadamente 100 trabajadores que denuncian condiciones laborales precarias, salarios insuficientes y la falta de reconocimiento profesional por parte del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.
Según detalló en una entrevista con el programa “Es por acá”, emitido por Cosa Cierta La Radio, comenzó su vínculo con el sistema de salud como vacunadora durante la pandemia y desde entonces cumple funciones como instrumentadora quirúrgica. Su carga horaria ronda las 30 horas semanales, con turnos de hasta 12 horas por día, y percibe $619.000 en mano, sin aguinaldo ni aportes jubilatorios. “No tenemos estabilidad, ni reconocimiento salarial acorde al trabajo que hacemos”, expresó.
Camila expuso que hay compañeros con títulos técnicos o profesionales, como enfermeros o administrativos, que figuran bajo cargos desvirtuados, lo que les impide cobrar lo que les correspondería. “Tengo una compañera que también es instrumentadora y figura como administrativa de logística. Cobra mucho menos por hacer el mismo trabajo”, explicó.
El reclamo, según detalló, no apunta a frenar nuevos ingresos al hospital sino a que se priorice a quienes sostienen el funcionamiento desde hace años. “Estamos cumpliendo funciones esenciales, asistimos en procedimientos fuera de horario, acompañamos en endoscopias, estuvimos en vacunatorios en plena pandemia. Exigimos que nos reconozcan como personal de planta, con todos los derechos que eso implica”, sostuvo.
La protesta de los becarios se hizo visible este lunes, coincidiendo con la llegada de la viceministra de Salud bonaerense al hospital. Sin embargo, Camila aseguró que no pudieron dialogar con ella, a pesar de haber sido convocados. “Nos acercamos para visibilizar el reclamo, pero no la encontramos. Supimos que daría una charla sobre violencia de género, pero no hubo espacio para escuchar nuestras demandas”, relató.
El grupo de trabajadores en situación de beca forma parte del escalafón más bajo, incluso por debajo de quienes tienen becas de contingencia. El pase de estos últimos a planta transitoria podría liberar cupos, pero la proyección es insuficiente. “Somos muchos más que los lugares disponibles. Prometen hace años el ascenso de becarios de capacitación, pero seguimos esperando”, afirmó.
A pesar de la falta de respuestas concretas, Camila destacó que el compromiso con los pacientes sigue intacto: “Seguimos haciendo bien nuestro trabajo, porque el paciente no tiene la culpa. No podemos mecanizar el trato hacia ellos, aunque nos paguen sueldos de hambre”.
La situación descripta no es exclusiva del Hospital San Felipe. Según explicaron los trabajadores, en otros centros de salud de la provincia también hay becarios cumpliendo funciones esenciales bajo condiciones similares, sin estabilidad ni derechos laborales plenos.
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