La tarde de ayer fue otra jornada intensa para los bomberos voluntarios, quienes trabajaron arduamente para controlar diversos incendios registrados en distintos puntos de la ciudad. En un contexto de sequía y altas temperaturas extremas, los episodios de fuego, en su mayoría ocasionados por descuidos humanos, siguen representando un gran desafío.
A las 13:30 horas, los bomberos acudieron a Santa Inés y Barbazán, al mismo lugar donde el día anterior habían extinguido otro incendio, pero esta vez en un terreno ubicado enfrente. El fuego, que afectó malezas de unos 50 metros de largo por 5 de ancho, se originó entre una calle de tierra y el alambrado que separa el área de un campo. En el lugar, el propietario del lote expresó su indignación al señalar que vecinos de la zona suelen quemar basura, un acto irresponsable que puede desencadenar tragedias en épocas de sequía extrema.
Paralelamente, la unidad N° 19 intervino en un incendio de residuos en la intersección de 11 de Septiembre y las vías del tren, evitando que las llamas se extendieran a áreas cercanas.
Más tarde, alrededor de las 15:50 horas, los bomberos recibieron múltiples llamados alertando sobre un incendio en un terreno baldío ubicado en Agustín Álvarez al 1600. El predio, con vegetación alta y espesa, ardió por completo, generando llamas de más de tres metros de altura. El fuego amenazaba con propagarse a tres viviendas contiguas, una de las cuales solo estaba separada por un alambrado. Gracias a la rápida acción de los bomberos, se logró evitar mayores daños, aunque los moradores, desesperados, denunciaron la falta de mantenimiento del lote y reclamaron la intervención del municipio para prevenir situaciones similares en el futuro.
Finalmente, los bomberos se dirigieron a un lote contiguo al barrio privado Club del Lago, sobre la Ruta 32, donde sofocaron otro incendio antes de que se propagara por completo.
El trabajo incansable de los bomberos voluntarios sigue siendo vital para proteger a la comunidad, pero la irresponsabilidad de algunos ciudadanos y la falta de mantenimiento en ciertos sectores urbanos complican su labor. En un contexto de sequía y altas temperaturas, las autoridades y la población deben extremar precauciones para evitar que este tipo de emergencias sigan ocurriendo.
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